La fiesta del libro y la rosa

Más Sant Jordi que nunca: firmas con colas kilométricas en una diada de récord

Una auténtica marea ciudadana, cuajada de libros y rosas, ha convertido Barcelona en la fiesta que la ciudad esperaba

Sant Jordi bate récord de venta de libros y rosas.

Clàudia Mas

Una auténtica marea ciudadana ha tomado Barcelona desde primera hora de la mañana. La riada humana, cuajada de libros y rosas, ha convertido las calles del centro y de los barrios en la fiesta que la ciudad esperaba, después de tres años de restricciones pandémicas y el temporal de la edición anterior. Las aglomeraciones, pero también la alegría y las ganas de celebración, han marcado un inicio de jornada que algunos escritores veteranos -que al igual que los más jóvenes han madrugado para cumplir con la tradicional firma de libros- han definido como "el mejor Sant Jordi en años".

El escenario principal de este bullicioso Sant Jordi de 2023 ha sido la reeditada ‘superilla’ literaria, que ya se ensayó en 2022. La de este año, auténtico epicentro de firmas de escritores y aglomeraciones, ha crecido el 10% y se ha ampliado hasta los 154.000 metros cuadrados (un espacio que equivale a 22 campos de fútbol). También ha sumado 300 paradas de libros más que el pasado año y ha ampliado su localización, hasta Rambla y la parte baja de la calle Gran de Gràcia. Un Sant Jordi de récord.

Colas para conseguir firmas

Desde primera hora de la mañana las colas han empezado a arremolinarse alrededor de los puestos literarios. Una de las figuras que más expectación ha creado a su alrededor ha sido el director de cine Pedro Almodóvarque ha llegado a Sant Jordi con 'El último sueño', libro que recopila 12 relatos escritos en distintas épocas de su vida.

"Estoy animadísimo, ante este gentío celebrando la amistad y la lectura", ha dicho, pletórico, el manchego. También han provocado colas kilométricas autores como Xavier BoschDolores RedondoAlice Kellen, Carles Porta o el colectivo cómico La Sotana, junto a escritores como Maria Barbal, Marta Orriols, Enrique Vila-Matas o Javier Cercas.

Del 'show' a la reflexión

Asimismo, antes de las once de la mañana ya había largas hileras para recibir la firma de los televisivos Ángel Martín y Sandra Barneda o el jovencísimo poeta Manu Erena, mientras que no eran pocos los niños que querían fotografiarse junto a un personaje como Gerónimo Stilton, que hoy ha salido de las páginas de los libros que protagoniza para adquirir volumen humano.

En otros puntos, aunque igualmente muy concurridos, se invitaba a la reflexión y a la calma. Por ejemplo, el espectáculo, en la caseta de la floristería Maria Ponsà, a cargo de la cantautora Lídia Pujol, que ha interpretado la obra "La cerimònia de la Llum", en un momento en el que "el sistema trata de sacar lo peor de nosotros, cuando lo que necesitamos es querer y ser queridos".

Cabe destacar que, a diferencia de en los dos últimos años, en esta ocasión prácticamente no se ven mascarillas, aunque hay quien, ante las aglomeraciones de la jornada, prefiere ser previsor.