REPORTAJE

La conciencia del colectivo Plata o cómo hacer del arte contemporáneo un cambio social

Impulsa acciones en el entorno del Guadalquivir para incentivar las conexiones con los orígenes agrícolas | La TBA21 conectó con su sensibilidad ecológica

Jesús Alcaide y Javier Orcaray, miembros del colectivo Plata junto a Gaby Mangeri

Jesús Alcaide y Javier Orcaray, miembros del colectivo Plata junto a Gaby Mangeri / FRANCISCO GONZÁLEZ

El arte contemporáneo no tiene por qué limitarse a un ente lineal, frío en continente y vacío de calidez humana. Muy al contrario; puede servir de cauce para las transformaciones socioculturales hacia un futuro mucho más sostenible, mucho más "abundante". Es la filosofía de Plata, un grupo de trabajadores culturales encabezado por Jesús Alcaide, Javier Orcaray y Gaby Mangeri, quienes creen en un modelo de ciudad más conectada con su entorno agrícola.

Tras pasar por la residencia de artistas La Fragua, en el medio rural de Belalcázar, que posteriormente abrió en Córdoba el espacio independiente de trabajo Combo, empezaron a poner el foco en el Campo de la Verdad como zona a revalorizar por su riqueza natural. En 2021 trabajan junto al biólogo cordobés Rafael Tamajón en el descampado contiguo al C3A, ahora convertido en un lecho de cemento para coches, ante la fértil presencia de especies vegetales, entre ellas la particular Astragalus boeticus, utilizada en el siglo XIX como sustituta del café. Fue el punto de partida para las acciones planteadas en su proyecto ¡Vives en una ciudad agrícola!, que recibió el premio de la Fundación Daniel y Nina Carasso, dentro de la convocatoria de arte ciudadano. 

De lo internacional a lo local

El salón Boéticus del C3A ha sido acondicionado por Plata para el "habitar" de los visitantes

El salón Boéticus del C3A ha sido acondicionado por Plata para el "habitar" de los visitantes / FRANCISCO GONZÁLEZ

La beca les impulsó a iniciar un camino para "recuperar, cuidar y habitar la memoria del Valle del Guadalquivir a su paso por Córdoba, como un espacio de fertilidad", explica Orcaray, a través del arte contemporáneo. "El río ha sido historia, cultura y alimento; debemos ser conscientes de donde venimos", añade Alcaide. Con la llegada de TBA21 de la Fundación Thyssen-Bornemisza a Córdoba, la conexión con la sensibilidad de Plata fue inmediata. La muestra Futuros Abundantes, no se limitó a traer artistas extranjeros para hablar del futuro ecológico de la humanidad. También quiso establecer un puente con las iniciativas de proximidad, consciente de lo fundamental de la glocalización para implementar relaciones más sostenibles con el entorno.

De este modo, la Thyssen-Bornemisza invitó a este colectivo a colaborar dentro de Futuros Abundantes y Javier Orcaray, Jesús Alcaide y Gaby Mangeri plantearon varios proyectos a la organización. El primero de ellos, The long table cycle, consistió en un banquete de bienvenida al público a partir de productos naturales y de kilómetro cero. Resaltaron la necesidad de "comer desde la semilla, el fruto y la flor para incitar la conciencia de alimentarse dentro de un ciclo natural", explica Orcaray. Más adelante en Semillas Silvestres, dentro del proyecto Acupuntura Vegetal, plantaron semillas en los patios interiores del C3A junto a las esculturas de Abraham Cruz Villegas, de plantas a partir de las que extraer una alternativa al petróleo.

Collages de Abraham Cruzvillegas expuestos en el Salón Boéticus, realizados sobre la flora del Campo de la Verdad

Collages de Abraham Cruzvillegas expuestos en el Salón Boéticus, realizados sobre la flora del Campo de la Verdad / FRANCISCO GONZÁLEZ

Pero quizá lo más significativo, al menos visualmente, es la instalación del Salón Boéticus en una zona anteriormente deshabitada del C3A. Donde había paredes oscuras de cemento, ahora cuelgan los collages de Cruzvillegas realizados con las plantas que arrasó la obra del aparcamiento contiguo al C3A. Donde antes había eco y vacío, ahora el público encuentra un lugar para habitar gracias a las sillas de Víctor Barrios y la tela colorida de Belén Rodríguez. Muebles y alfombra realizadas con materiales naturales. Una estantería con publicaciones. Actividades, talleres y encuentros organizados bajo un nombre, Boéticus, como homenaje al Guadalquivir y a esa planta arrasada bajo el hormigón.

Una verbena botánica

Cartel de las últimas actividades de Plata

Cartel de las últimas actividades de Plata / CÓRDOBA

Los esfuerzos de Plata por agitar conciencias sobre el potencial en biodiversidad de espacios urbanos, en apariencia, inservibles o rechazables continúa el 1 de abril en el Jardín Botánico de Córdoba con una Verbena Botánica, planteada dentro de las acciones de  ¡Vives en una ciudad agrícola! , proyecto financiado por la Fundación Daniel y Nina Carasso. Desde las 11.00 de la mañana hasta las 20.00 horas de la tarde, se llevarán a cabo charlas, acciones performativas y una comida abiertas a todo el que quiera ampliar horizontes respecto a la trascendencia de las relaciones de la ciudad con su entorno agrícola más próximo.

Según cuentan Alcaide y Orcaray, se tratará en primer lugar la agricultura en zonas de estrés hídrico; cómo se están destrozando las vías pecuarias de las ciudades a pesar de su importancia para el paisaje que se forma al paso de las ovejas. También se abordarán alternativas para interactuar con los espacios asilvestrados de las riberas.

Mariona Moncunill pondrá el foco en la burocracia interna de las instituciones respecto a la producción de las semillas. Asimismo, se pondrán de manifiesto rituales sobre la magia que rodea a la agricultura, dada su conexión con los ciclos lunares. Una de las performances tratará la recuperación de la cultura popular en relación con lo agrícola, las canciones tradicionales de la gente del campo. Con su acción performática, Sergi Botella contará la historia de un agricultor en la Albufera y de cómo asiste a un espacio que, antes de la llegada de la gente de la ciudad, formaba parte de la Ruta del Bakalao primigenia. La fiesta se inicia en las zonas rurales antes de la llegada de las personas de la ciudad.

La intención definitiva no es otra que formar tribu, regresar aunque solo sea por una jornada al tiempo en el que la naturaleza constituía parte inmediata y esencial de la vida. Recordar que lo sigue siendo y, aunque tratemos de ocultarla, se abre paso entre tanto gris.

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