REPORTAJE

El grito moderno de Algazara

El colectivo cordobés de artistas reivindica las raíces andaluzas desde la vanguardia | Planean llevar sus obras a donde haga falta

Los integrantes del colectivo Algazara en la inauguración de la exposición 'Ángulo Vivo', en el Teatro Cómico

Los integrantes del colectivo Algazara en la inauguración de la exposición 'Ángulo Vivo', en el Teatro Cómico / CÓRDOBA

Para llegar lejos, primero hay que valorar lo que tenemos cerca. Es lo que sostienen los artistas cordobeses que pertenecen al colectivo Algazara, quienes, cansados de ver cómo la estética y tradiciones andaluzas obtienen gran reconocimiento nacional e internacional, pero cierto desdén en su tierra de origen, decidieron unirse para reivindicar la trascendencia de sus raíces desde la vanguardia.

El apelativo Algazara hace referencia a un griterío colectivo que nace de la alegría; pero también al vocerío de las tropas moriscas cuando sorprendían al enemigo. "Los andaluces solemos alzar mucho la voz y gritamos cuando estamos contentos y cuando nos enfadamos, de ahí nuestro nombre", sostiene la artista Begoña Castillejo. Su hermana, la ilustradora Almudena Castillejo, llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de una exposición colectiva con artistas jóvenes locales en los que percibía compatibilidad discursiva y formal. Al final del confinamiento, Almudena se encargó de ir convocando a estos creadores y casi antes de lo esperado se vieron organizando su presentación oficial al público en la exposición Algazara: el presente del Califato, que acogió el Patio Barroco de la Diputación en mayo de 2021. Luego, vino De Raíz, en la Casa Museo de los Mora de Lucena, y la muestra Ángulo Vivo en el Teatro Cómico, su última puesta en escena.

Durante el proceso, con una naturalidad inesperada, se fueron convirtiendo en una familia y como "una familia funciona igual que una empresa", apunta Begoña, ahora se organizan como tal. Se citan con asiduidad en la Casa de la Juventud para hacer balance; tienen apartado de prensa y redes sociales, de fotografía, e incluso cuentan con la ayuda de la historiadora del arte y divulgadora Ángela Laguna, famosa en Instagram por la cuenta Pereza Andaluza, quien redacta los textos para presentar las creaciones o performances. "Por lo general, los artistas apuestan por trabajar de forma individual y desde la autopromoción; que unos jóvenes estén dispuestos a colectivizarse para apoyarse, supone una activación para el panorama cultural cordobés", señala Laguna.

Del enfado a la alegría

El fotógrafo Rafael Ríos firma sus trabajos como Dildo con Bigote

El fotógrafo Rafael Ríos firma sus trabajos como Dildo con Bigote / CÓRDOBA

En los últimos años está cobrando fuerza el concepto de Nuevo Andalucismo como movimiento cultural, social y político que busca devolver a la comunidad un espacio de relevancia nacional e internacional. Aquello de Andaluces, levantaos...para volver a ser lo que fuimos cobra sentido en Algazara. "Estamos cansados de la apropiación cultural del sur desde ciertas esferas cuando, al mismo tiempo, se nos machaca", explica Rafael Ríos. Él mismo vivió esa contradicción al mudarse a Madrid para estudiar un máster de fotografía de moda y publicidad. En la capital encontró un ambiente queer y diverso. Pero echó de menos la esencia del sur, así que este hijo de feriantes, que se levantaba "tras haber dormido entre coplas y sevillanas», volvió a Aguilar de la Frontera y, bajo el nombre artístico de Dildo con Bigote, fotografió a doce personajes queer de la provincia, como el bailarín y performer Carlos Carvento, para endiosarlos a través del folklore

Los creadores se organizan como una empresa, aunque perciben su unión como una familia

La muestra despertó el interés de los integrantes de Algazara y la unión amistosa fue prácticamente inmediata. "Había estado desvinculado del panorama artístico cordobés y debía enfrentarme a cada proyecto con mucha más dificultad en todas las partes del proceso, pero ya no", asegura el fotógrafo, convencido de la importancia de estas sinergias; no para "dorarnos la píldora, sino para facilitarnos las cosas, llegar más lejos entre todos", añade. El enfado se transforma en alegría desde la colaboración en torno al arte contemporáneo. Aun así, "no olvidamos quiénes somos, de dónde venimos", incide.

Para Begoña Castillejo, esta evolución también implicó un cambio determinante de vida. Ejerce de diseñadora y profesora de croché; antes, de orfebre, y restauró junto a su equipo las lámparas de la Mezquita-Catedral. Allí fermentó su fascinación por las celosías de Rafael de la Hoz hasta el punto de recrearlas en un abrigo de croché, inspirándose en los cambios de luz que estas puertas provocan en el interior del templo. Asimismo, llevó otras de sus creaciones a un cuadro cuya composición dispuso según la proporción cordobesa, descubierta por Rafael de la Hoz, y por la que se rigen de forma distintiva las medidas de las calles de la ciudad de Córdoba.

La primera vez que Castillejo vio su abrigo de croché con flecado en una sala de exposiciones fue con la primera muestra de Algazara en la Diputación. En las muestras sucesivas fue incorporando estas técnicas a los cuadros. Una aspiración que, reconoce, le hubiera costado mucho más en solitario. "Ya no se me conoce solo como la profesora de croché, la diseñadora; ahora soy artista y puedo sentirme orgullosa de haber llevado mi propuesta a las salas", aclara.

Un manifiesto

En lo que respecta al historiador del arte e ilustrador Julio Muñoz, pertenecer a este grupo le permitió "reencontrarme con mi identidad" y "adquirir nuevos referentes", ya que "yo antes seguía esa tendencia de idealizar lo de fuera, hasta que tomé conciencia de que soy de Córdoba, del valor de nuestra idiosincrasia", expresa el artista.

Con cada actividad, exponen en alto un manifiesto que contiene la frase "Nuestros trabajos son ejemplo, no de modernidad, sino de evolución. (...) Queremos defender y exponer sin complejos nuestra provincia y comunidad, así como nuestros dialectos, acentos, carácter o forma de enfrentar la vida. Queremos plantarnos en un ¡Esto es lo que somos ahora!". Algazara lo componen Almudena Castillejo, Alicia Rosuna, Ángeles Invernón, Carmen Pérez, Begoña y Almudena Castillejo, Borja Cámara Pasadas, Clara Gómez, Rafael Ríos (Dildo con Bigote), Eduardo Parrac, Julio Muñoz, Luis Torres, Marta Araujo, María Hames, Sota Pérez, Niño Rubén, Ángela Laguna, Rosa Herrador, Teresa Jiménez, Virginia Filardi y Zarvaje. 

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