Las cenizas de Ginés Liébana reposan ya en el cementerio de San Rafael

Córdoba ha despedido este miércoles al artista Ginés Liébana, hijo adoptivo de la ciudad y fallecido hace un mes en Madrid, con un emotivo y sencillo homenaje en el cementerio de San Rafael, donde ya reposan parte de sus cenizas -el resto viajará a Vizcaya paar depositarse junto a los restos de su gran amiga la exministra Loyola de Palacio-, como era el deseo de su familia. Este acto, en el que se ha descubierto un monolito en honor del último miembro del grupo literario Cántico, también ha servido para inaugurar en este camposanto El paseo de los ilustres, un recorrido por la memoria de algunas de las personas cuyos restos reposan allí, como es el caso de los compañeros de Liébana Pablo García Baena y Ricardo Molina.

Un numeroso grupo de familiares, amigos y representantes de la cultura, así como un nutrido grupo de autoridades encabezado por el alcalde de Córdoba, José María Bellido, han asistido a esta despedida, que ha contado con la música de la Orquesta de Córdoba que ha interpretado Garota de Ipanema, de Tom Jobin, y Brazil, de Ruseel y Barroso, dos de los temas preferidos de Liébana.

Córdoba llora la pérdida de Ginés Liébana, un genio alegre y centenario

Además de la música, en este homenaje también han estado presentes los versos del artista y escritor leídos por el poeta cordobés Raúl Alonso, que ha elegido para esta ocasión el poema titulado Rincón, una creación de juventud del homenajeado.

Por su parte, el hijo del polifacético artista, Mateo Liébana, ha agradecido la presencia de todos los asistentes visiblemente emocionado, reconociendo que su deseo era que su padre reposara en este cementerio, donde se colocará un busto del artista en el lugar donde hoy se ha inaugurado la placa.

Un ejemplo de vida

Con los versos del poeta Eduardo García ha comenzado su intervención Bellido, que ha cerrado el acto con un discurso en el que ha destacado que Ginés Liébana disfrutó de una vida centenaria “que exprimió y compartió con quien se acercó a descubrir a ese artista total que fue. Y que es”.

El alcalde ha recordado con emoción que “tuve la enorme fortuna de conocerlo el día que cumplió cien años en su estudio de Madrid”, lo que el primer edil ha considerado “un privilegio” porque “descubrí un auténtico museo, un lugar místico en el que los recuerdos de décadas de vida dialogaban con las herramientas de trabajo del artista incansable… ese artista integral que muerde la vida hasta el último instante”. Porque Ginés Liébana “es ejemplo de vida, de compromiso con la cultura, de inconformismo, de amistad con los viejos conocidos y con los nuevos creadores que se acercaban al maestro a pedir consejo. Y a mostrarle sus nuevas propuestas”, ha continuado el alcalde.

Bellido también ha recordado que el artista dedicó su vida a la cultura y a la creación, un camino que comenzó en Córdoba “de la mano de quienes formaron Cántico, autores como Pablo García Baena, Ricardo Molina, Juan Antonio Bernier, Julio Aumente, Mario López, Miguel del Moral, y que después prosiguió en diversos países hasta llegar a ese estudio de Madrid donde durante décadas le visitaron cientos de hombres y mujeres de la cultura”.

Por otro lado, Bellido ha destacado el carácter jovial y alegre de “un hombre bueno",  cuyo legado “anida en sus obras, esas que podemos disfrutar cada día”. Por último y antes de la última interpretación de la orquesta, el alcalde ha señalado que el artista “es ejemplo de que la vida es un regalo. Y hay que disfrutarla como nos demostró. Con complicidad, empatía y buen humor. Apurando cada instante”.

Una anécdota muy de Liébana

La anécdota del acto ha venido del error en la inscripción de la placa, en la que en vez de Liébana figura Liébena, que el Ayuntamiento rectificará en breve, lo que muchos han calificado como "algo que al artista no le hubiera molestado en absoluto dado su sentido del humor". Entre los representantes de la cultura cordobesa han estado presentes poetas como Juana Castro, músicos como Fernando Vacas y el guitarrista Vicente Amigo, que ha recordado, precisamente, ese sentido del humos del que el artista hacia gala.

"Es uno de los grandes de la cultura de nuestro país y tuve la suerte de conocerlo hace diez años en una entrega de las medallas de las Bellas Artes en la que nos sentaron sentaron juntos y estuve riéndome de principio a fin del acto. No daba crédito a esa mente tan abierta", ha recordado el guitarrista, que en marzo lanzará su tercer disco, En el andén del tiempo.

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