Al margen

'El suplente'

Una imagen de la película 'El suplente'.

Una imagen de la película 'El suplente'. / CÓRDOBA

Diego Lerman -productor, dramaturgo, director de cine y teatro porteño- presentó ésta, su última película, en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y el premio se lo llevó su hija, Renata, por su trabajo como actriz de reparto. El protagonista es un profesor de literatura (Juan Minujín) que decide ejercer como sustituto de un tal Takovski en un centro educativo de la periferia de Buenos Aires, en un barrio marginal donde la droga y la delincuencia forman parte del día a día. Además, vive un período de crisis tras la separación de su mujer (Bárbara Lennie), mientras comparte la tutela de su hija (Renata Lerman) y comienza a impartir clase con alumnos un tanto conflictivos y desmotivados. El filme, pues, arranca un poco recordando el ambiente que consiguió captar Laurent Cantet cuando filmó La clase (2008); aunque, también tenemos aquí, más cerca, otro modélico título en la filmografía nacional sobre las desventuras de un profesor interino sustituto: Uno para todos (David Ilundain, 2020).

Poco a poco, lo que comienza como un drama de ambiente escolar se va transformando para desembocar en una película con acción y suspense, a partir de un suceso que modificará el género. Además habrá alguna pincelada de romance, incluso será fundamental la relación del escritor y docente con su padre (gran Alfredo Castro), quien proyecta un comedor social para los más necesitados del barrio. Por tanto, estamos ante un retrato de alguien que intenta hacer su trabajo, bastante vocacional, lo mejor posible, ganándose a un alumnado difícil, mientras se involucra demasiado con alguno de sus alumnos, introduciéndose en un terreno de lo más peligroso después de que los narcos consigan introducir la droga en el centro escolar. El guion funciona y está muy bien escrito por el propio director junto a Luciana De Mello y María Meira -basándose en una historia original de Juan Vera y Lerman- , filmada con sencillez y verosimilitud, montada con buen ritmo e interpretada por un reparto que está sobresaliente en su conjunto, o sea, con una buena dirección de actores que consigue excelentes momentos.

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