Al margen

'Broker'

Una escena de la película 'Broker'.

Una escena de la película 'Broker'. / CÓRDOBA

Yasujirö Ozu (1903-/1963) construyó una gran obra cinematográfica donde abordaba, entre otros, el tema de la familia con excelentes resultados. Ahora, y desde hace tiempo, otro cineasta japonés (Hirozaku Kore-eda), está creando una filmografía donde ese micromundo que es toda familia está muy presente como leit motiv. Ya lo hizo en De tal padre, tal hijo (2016) o con Un asunto de familia (2018), por ejemplo, con la que consiguió la Palma de Oro en Cannes. En esta su última película, como acostumbra, escrita y dirigida por él, viaja hasta Corea del Sur para mostrarnos una historia que nace de la existencia en este país, desde 2009, de las baby box, recipientes donde las madres abandonan sus bebés.

Arranca el filme cuando una mujer, bajo la lluvia, deja en el suelo, ante uno de estos depósitos, a su hijo. A partir de aquí, asistimos a una trama en que unos traficantes se hacen cargo del pequeño para venderlo al mejor postor. No obstante, la madre se interesa por el futuro de quien ha dado a luz uniéndose a los raptores. Lo que comienza como un drama cuando la madre se deshace de su bebé, se convierte en una película de carretera cuando marchan a buscar una familia que lo compre, mientras paralelamente circula una pareja de mujeres policías que investigan el caso, sumándose tímidamente otro género: el policíaco.

La cinta está filmada con bastante sensibilidad, inteligencia, sencillez y ternura, como acostumbra este autor, con la distancia suficiente como para no caer en sensiblerías cuando sería fácil que ello sucediera. Además, consigue que nos emocionemos mientras reflexionamos sobre el tema que plantea.

Los actores y actrices que componen el reparto están perfectos, encarnando los diferentes estados de ánimo por los que pasan sus personajes. Y para ello el director ha contado con nombres tan importantes como Song Kan-Ho (Parásitos), Bae Doona (The Host), Gang Dong-Won (Península) o la cantante, modelo y actriz conocida como IU, entre otros. Mención especial merece la estupenda y atractiva banda sonora que ha compuesto Jung Jae-il (Parásitos, El juego del calamar).

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