Crítica

Nuevo éxito de una cita clásica del arte jondo cordobés

Gabriel Expósito, Ezequiel Benítez y Sara Sánchez derrochan energía en el la gala de Cátedra de Flamencología de la UCO

Gabriel Expósito, durante su actuación.

Gabriel Expósito, durante su actuación. / Óscar Barrionuevo

Un año más, esta gala flamenca que organiza la Cátedra de Flamencología de la UCO, dirigida por  David Pino, se ha convertido en un clásico dentro de la amplia programación de la oferta flamenca de Córdoba.

Un teatro lleno y agradecido por un público que lo pasó bien aplaudió a los artistas, y es que este tipo de eventos tienen la virtud de aglutinar al aficionado más contumaz y al que empieza a descubrir la grandeza del flamenco reconocida hace tiempo por los más exigentes escenarios del mundo.

Como viene siendo habitual la guitarra fue la que abrió esta gala, la de de Gabriel Expósito, a quien le toco esa responsabilidad.

 Teníamos ganas de verlo  en un escenario en función de su valía, que nos parece de la más acreditada guitarra joven de este tiempo. Avalado por un currículo  impresionante, hizo rondeñas, peteneras, farruca y terminó con una rumba. Todo bajo los parámetros de una técnica impecable y de una creatividad como demandan estos tiempos, en los que hay que ser distintos para encontrar un sitio en el universo de las seis cuerdas.

Cante y baile

Y el cante estuvo a cargo del jerezano Ezequiel Benítez, que logró un éxito basado en el extraordinario eco de su voz y en su desparpajo gestual, bien resuelto con la gracia de su pequeña pataita por bulerías y la flamenca guitarra de Paco León, que le dio cobertura a las alegrías, solea, fandangos y malagueñas que enlazo con un repertorio buleaero que fue de lo mejor de la noche.

Y el baile a cargo de la granaina Sara Sánchez. Un volcán en erupción con una demostración de fuerza y viveza que la ha posicionado en un nuevo referente de la juventud como la bailaora influencer, según parece.

 No nos pareció adecuada su vestimenta para los electrizantes bailes que hizo,  pero ese derroche en el zapateado y en el huracán de su irrefrenable fuerza preconizan un posicionamiento en el mundo de la danza, aunque creemos que tendrá que contemporizar su discurso con mayores dosis de sutileza perfectamente compatibles con su capacidad expositiva.

La nota entrañable y cercana la puso un simpático grupo de Fernán Núñez interpretando un villancico de su tierra que hizo las delicias del respetable al comienzo de esta edición de esta Gala de la UCO que, como hemos señalado, ya es todo un clásico de la oferta flamenca de nuestra ciudad.