CRÍTICA

Vicente Amigo, un toque de otra dimensión

El público que abarrotó el Gran Teatro se rinde ante la creatividad del guitarrista

Vicente Amigo en el Gran Teatro.

Vicente Amigo en el Gran Teatro. / Óscar Barrionuevo

Ya viene siendo habitual que los trabajos que salen de la inspiración de este genio de las seis cuerdas, se presenten en esta Córdoba de sus amores con la que mantiene un idilio desde hace tiempo, y es base de buena parte de su inspiración, como dejó claro en este memorable concierto que nos tuvo extasiados desde la primera nota hasta culminar las casi tres horas que nos mantuvo expectantes en nuestro asiento

Un  increíble derroche de creatividad y buen gusto en este nuevo reto que se ha marcado, que lo señala una vez más como el guitarrista de este siglo. Y es que cuando Vicente Amigo toca en su tierra, que hoy ocupa un buen espacio del territorio sagrado de la guitarra,  él se ciñe con todo merecimiento la corona aurea del toque de este tiempo

La alada pasión que tiembla en cada una de sus composiciones ayudada por una técnica sublime, la contundencia y la sutileza hermanadas para ofrecer la magnitud de su grandeza, que traspasa sus propias fronteras, comenzó con el aire de Levante enlazado con su extraordinaria solea. Después fue todo un encadenamiento de un pieza tras otra con bulerías, tangos, solea, etcétera, (una de ellas, compuesta en aire de granainas),  y así hasta culminar este gran concierto en el que el Gran Teatro se llenó hasta los topes, sobre todo de gente joven, no necesariamente adscrita al sacrosanto pozo de lo jondo. Y es que en cada uno de sus conciertos está arropado por todo aquel que tiene la suficiente sensibilidad pertenezca a la nueva hornada o al aficionado más ortodoxo.

Vicente Amigo en el Gran Teatro.

Vicente Amigo en el Gran Teatro. / Óscar Barrionuevo

En las casi tres horas que duró su actuación incrementada por bises  que el público pidió con insistencia, Vicente Amigo dejó bien claro, que su toque es de otra dimensión. Excitante, sensible, torrencial, contundente, acariciante y sutil a la vez. Sublime la pieza que dedico a su sobrino, que no está pasando por sus mejores momentos.

Lo dicho, en todo lo que interpretó dejo constancia de su altura musical y poética. El numeroso público que llenó el recinto agradeció al guitarrista cordobés Amigo la excelsitud de su mensaje, ayudado por la guitarra de Añil, la de percusión Francisco González, el de cante Rafael Usero y Rafael de Utrera y el bajo de José Manuel Posada, Popo.

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