Marisa Vadillo ironiza sobre el sentido de las flores en la muestra 'Outsider'

La creadora, diseñadora, investigadora, comisaria, y doctora en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, donde imparte clases, Marisa Vadillo, regresa con una exposición individual en su ciudad natal después de siete años y lo hace para mostrar al público que no ha parado de hacer obras, aunque no siempre disfrute enseñándolas.

El sentido de esta nueva muestra, denominada Outsider, cuya inauguración acoge la Fundación Antonio Gala este jueves 15 de diciembre, a partir de las 19.00 horas, alude a otros motivos trascendentales. Como una reivindicación feminista, Vadillo homenajea a las mujeres artistas que han pintado flores a lo largo de la historia, ya sea por convicción o por habérseles negado el acceso a otros temas pictóricos, con el añadido de haber reducido su actividad a la insignificancia o la mediocridad. Así que las flores que pinta Vadillo, desde su mirada contemporánea, juegan con los prejuicios con los que la historia del arte patriarcal ha impregnado a este elemento, asociado con la fragilidad. Ideas preconcebidas que anidaban en la propia autora.

"Todo comenzó cuando mi marido me regaló un ramo de flores aun sabiendo que las odiaba, porque se marchitan muy pronto, así que imaginé su regalo puesto del revés en el jarrón", cuenta la artista a este diario.

Se inició así un balance semiótico de apariencias en los lienzos, bellos desde lo figurativo en un primer vistazo aunque cargados de fuerza discursiva tras una segunda mirada. "Acepté que las asociaba con la fragilidad cuando realmente es lo más potente que hay en la naturaleza", asegura Vadillo, pionera de una tesis sobre las mujeres que estudiaron en la escuela de la Bauhaus, como una de sus muchas acciones con perspectiva de género. "Mis obras siguen siendo igual de comprometidas que cuando pegaba tampax en los lienzos, solo que he llevado el discurso hacia otros lados", añade la creadora, interesada en esa sensibilidad ecologista, que también traslada fuera del lienzo a modo de pintura expandida ya que, "el espacio añade potencia, le da esa tragedia a la obra", asegura.