Diario Córdoba

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ENTREVISTA Olga Pericet Bailaora y bailarina

«Me fascina la evolución de la guitarra hasta llegar a la que hoy tenemos»

Bailaora y bailarina. Presenta el viernes en el Gran Teatro ‘La Leona’

Olga Pericet durante un coloquio. Ó. BARRIONUEVO

La creación, origen y evolución de un instrumento tan flamenco como la guitarra centra el nuevo espectáculo de la prestigiosa bailaora y bailarina cordobesa Olga Pericet, que, bajo el título La Leona, apodo con el que se conoce a la célebre guitarra que creó Antonio de Torres en el siglo XIX y considerada el primer prototipo de guitarra española y flamenca, hace una interpretación libre inspirada en un instrumento único y en su proceso de construcción. Todo ello lleno de matices, misterios y poesía sobre el escenario. La también coreógrafa, a la que apasiona la evolución de este instrumento, vuelve el próximo viernes al Gran Teatro con su último espectáculo después de siete años sin actuar en Córdoba, lo que, asegura, le llena de «nervios y de ilusión». Por otro lado, la artista cordobesa forma parte estos días del jurado del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, una función difícil pero gratificante porque este certamen significa «un imprescindible apoyo al flamenco».

‘La Leona’ se inspira en el proceso de gestación del primer prototipo de guitarra flamenca actual. ¿Trata de contar a través de este montaje la relación entre creación y creador?

En cierto modo, sí. También toca ese tema, porque realmente la creación siempre parte del interés, de la investigación, de la experimentación, en este caso del luthier. Aunque no es ese el objetivo, está relacionado porque esta Leona es una explosión de creación en cuanto a material, proporción en pintura y narrativa, además de la imaginación libre de cómo surgió y como vuela después. Cómo ese creador hizo que empezara a rugir hasta nuestros días.

Es un espectáculo que ha evolucionado y al que aún le falta un punto y final. ¿Por qué ha decidido trabajar así este montaje?

Este espectáculo ya está finalizado, pero en principio tuvo un proceso de investigación y de creación, como cuando tienes un lienzo en blanco y empiezas a probar, a meter a cuerpos e intérpretes musicales maravillosos que fueron viniendo a medida que fue creciendo el proceso creativo. A ese primer acercamiento a La Leona le llamé La tienta y se llevó al escenario sin ser un trabajo terminado en el Festival de Itálica con muy buena respuesta. Pero nos dimos cuenta de que había más por descubrir e indagar, y todo se ha ido haciendo más escénico hasta terminar, ya no con una tienta o una prueba, La Leona está ya tentada. Este primer capítulo se cerró en la Bienal de Sevilla y estoy muy contenta con la experiencia, pero en esa investigación hay más cosas y voy a seguir con este tema. Esa evolución de la guitarra hasta llegar a la que tenemos ahora me fascina y me da pie para crear, y para el 2023 haré un segundo capítulo siguiendo la evolución del instrumento de Antonio de Torre.

¿Cómo es la Olga Pericet que veremos en ‘La Leona’?

Es una Olga que va mutando en la guitarra de una época en la que la mujer comenzaba a reivindicarse en la sociedad como individuo. Hay un impulso femenino y erótico frente al romanticismo que existía, pero también está la parte masculina, porque la gente no debe confundir el género con la entidad y la energía femenina y masculina que tiene cualquier individuo y cualquier instrumento, y que el rugido no se entienda como algo literal, sino que hay rugidos silenciosos, poéticos, felinos, suaves, que hacen que el flamenco tenga estas tonalidades y estas destemplanzas de las primeras guitarras. Se rescatan también partituras donde se ve a una Olga que va cambiando, que va divirtiéndose, rompiendo estructuras del baile estipulado, para que haya libertad absoluta y para que esa Leona pueda estar salvaje y que la gente comparta esa libertad y haga su propia lectura.

¿De quién se acompaña en el escenario? ¿Qué escenografía se encuentra el espectador?

La dirección escénica es de Carlota Ferrer, a quien yo admiro mucho, y en este caso nos hemos inspirado en cosas muy sencillas, naturales, orgánicas, como los propios materiales de un luthier. Actúan conmigo dos grandes guitarristas, José Manuel León y Alfredo Mesa, que ha indagado en las primeras composiciones y sonoridades de lo que hoy se entiende como preflamenco con el asesoramiento de Norberto Torres. También cuento con un bajo eléctrico, el de Juanje Pérez, y la percusión es de Javier Rabadán. Por otro lado, está la voz de Israel Moro. Ellos me han ayudado a crear este universo y estoy muy contenta porque no solo se va escuchar flamenco, sino piezas clásicas, cuerda argentina, Brasil... Toda la cultura de cuerda de guitarra española, que empezó con La Leona y que está en continuo desarrollo.

Desde el flamenco, en ‘La Leona’ hay guiños fugaces al ballet, la danza bolera, la rumba brasileira y hasta referencias a ‘Cantando bajo la lluvia’. ¿Siente curiosidad por otros terrenos de la danza?

Yo soy así, más que curiosidad es que no me puedo definir solo como bailaora, yo me considero bailarina. Mi formación viene de muchos lados, y si tengo que estar en un tablao o como ahora, que soy jurado del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, sé donde estoy y hago un flamenco personal, siempre sabiendo que está la ortodoxia y la estructura clásica. Pero cuando estoy haciendo una creación con una interpretación libre partiendo del flamenco, de la raíz, salen todas esas facetas y culturas. Me gusta el teatro, el arte plástico, y en mis espectáculos meto todo lo que considero que suma y a mí me mueve.

¿Qué siente al presentar este espectáculo en Córdoba, donde no actúa desde hace siete años?

Estoy muy contenta y tengo muchos nervios. Volver a tu tierra te levanta muchas emociones y recuerdos, vendrá mi familia, que es algo que me toca mucho... Es algo muy especial, estoy muy emocionada y deseando pisar ese Gran Teatro que me ha dado esa base, ese inicio de lo que una niña quería y soñaba, y volver con esos sueños cumplidos

Es jurado del Concurso Nacional de Arte Flamenco que se está celebrando estos días. ¿Cómo valora este certamen? ¿Cree que necesita una renovación, como señalan algunas voces?

Creo mucho en la evolución y pienso que tendría que replantearse en qué momento estamos, qué es lo que ha cambiado, porque el arte siempre está en movimiento y empatiza con la sociedad en la que estamos. El flamenco está teniendo una voz renovadora y, por tanto, creo que hay que reflexionar sobre eso. Lo importante es que concursos como este sigan apoyando al arte flamenco, lo que es muy necesario para darle el valor que tiene. Es un arte universal y hay que apoyar a los jóvenes, a los que estamos y a los nuevos públicos, a los que pido que vayan al teatro porque ese el mejor apoyo al flamenco, las artes escénicas y la cultura en general.

En sus anteriores espectáculos, ‘El cuerpo infinito’ y ‘Rebelión’, habla de la situación de la mujer. ¿Cree que hay que seguir reivindicando la igualdad? ¿Puede cambiar el arte éste y otros problemas sociales?

El arte siempre puede cambiar aspectos sociales, y creo que una de sus piezas fundamentales es tener ese compromiso si crees en eso. A mí me sale de manera natural como mujer poner ese punto de reflexión.

¿Qué es el éxito para Olga Pericet?

Ser feliz con lo que hago. Tener la suerte de ser libre realmente y que me dejen serlo.

¿Qué le gustaría que las generaciones futuras, que la ven ahora como una figura referente igual que usted bebió de otros antes, aprendieran y heredaran de Olga Pericet?

Me gustaría que esas puertas que he ido abriendo sirvieran como puente para abrir muchas más.

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