La iglesia de San Miguel ha sido testigo este lunes de la emotiva despedida a la soprano Carmen Blanco, una importante voz cordobesa que se apagó el pasado sábado a los 92 años en Córdoba, donde vivía después de una carrera en la que mostró su talento en importantes escenarios del mundo.

Integrantes de varios coros de la ciudad han participado en su concurrido funeral bajo la dirección de Javier Sainz López. Acompañados por un órgano y un pequeño conjunto instrumental, han interpretado varias obras, entre ellas piezas del Réquiem de Mozart.

Amigos, músicos, profesores de los conservatorios cordobeses, miembros de la Orquesta de Córdoba y de algunas agrupaciones corales han querido participar en la despedida de la soprano.