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concurso nacional de cante flamenco en córdoba | un recorrido histórico

El arte jondo vuelve a medirse en el ‘flamencómetro’

Comienza el certamen que pondrá en el mapa lo mejor del cante, el baile y la guitarra y que algunas voces llaman al debate

Guitarra | Paco de Lucía pasó por el concurso cordobés. EFE

Paco de Lucía, Mario Maya, Antonio Mairena, Matilde Coral, Manolo Sanlúcar, Vicente Amigo o El Pele, además de la figura inconmesurable de Fosforito, forman parte de la larga nómina de nombres con reconocido prestigio que a lo largo de la historia han sido premiados en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, lo que da prueba de la importancia de este certamen, que se celebra cada tres años y cuya 23 edición arranca el próximo martes. A pesar de que nadie duda de que este es el «concurso de concursos» en este género y de que se considera el flamencómetro, cumplidos ya los 66 años de historia hay voces que alientan a un debate «necesario» en torno a este certamen y la influencia que los cambios sociales han provocado en su evolución.

El concurso de Córdoba nace en 1956 con el deseo de rescatar el cante con la pureza tradicional, que se mantenía al margen de los circuitos de espectáculos, y con el deseo, al mismo tiempo, de no dejar en el olvido el certamen que se celebró en Granada en 1922 impulsado por Manuel de Falla y Federico García Lorca. Y precisamente a este gran acontecimiento se dedica esta edición del evento cordobés.

El concurso está promovido desde su primera edición por el Ayuntamiento de Córdoba y desde 1992 se encarga de su organización y gestión el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE), que ha logrado convertir esta cita en un festival de arte flamenco gracias al desarrollo de un programa de conciertos, espectáculos, exposiciones, conferencias y publicaciones.

Cante | Fosforito participó en la primera edición del concurso.

 Actualmente, el de Córdoba es el principal referente de los certámenes flamencos y el único de su categoría que puede dar el título de Premio Nacional, pero su repercusión queda lejos de la de otros certámenes, como el de La Unión, en Murcia. «No tiene tanto eco porque no se presentan grandes figuras, a diferencia de lo que pasaba en las primeras ediciones, cuando el concurso era una credencial para proyectarse en el mundo del flamenco», señala el crítico de flamenco y colaborador de Diario CÓRDOBA Francisco del Cid.

Eclipsado por La Unión

En ese aspecto, indica el experto, «ha decrecido bastante porque el artista que ya tiene un nombre teme no obtener el premio, lo que puede afectar a su carrera, y esto antes no pasaba». Aún así, «el nivel de los participantes es muy bueno, sobre todo en baile y guitarra, porque al cante hay que darle un aire nuevo, necesita una renovación», continúa Cid, una voz a la que se une la del musicólogo y especialista en arte jondo Faustino Núñez, que considera que, pese a ser el certamen «que se lleva de calle al resto por su palmarés, el concurso como tal ya no tiene la razón de ser de antes».

Núñez rememora que el certamen cordobés nació con una vocación inspirada en el de 1922 de Granada «a modo de restauración de aquella época dorada del flamenco de los años 20 tras la guerra y la posguerra». Recuperar cantes en trance de desaparición tuvo en su día «una importancia enorme y aupó a una figura imprescindible en la historia del cante flamenco, como es Antonio Fernández Díaz Fosforito, y después se convirtió en el concurso de referencia para todos los profesionales del arte jondo. Quien no tenía en los años 60 y 70 e, incluso, en los 80, un premio de Córdoba no era nadie en el flamenco», señala el experto, que subraya que «otra cosa es la actualidad».

Núñez relata que el concurso de Córdoba tuvo una época dorada, «pero después se vio eclipsado por otro nuevo certamen, el de La Unión, además de que el cambio de fecha, en 2010, cuando pasó de celebrarse en mayo a noviembre, a mi juicio, no le vino bien porque provocó un cambio de público y, por otro lado, el de Murcia se celebra en agosto en una zona muy poblada y turística, por lo que la atención de la prensa se focalizó más en este último que en el de Córdoba, y esto llevó también a que éste no tuviera la repercusión que merece».

Otro premiado | El guitarrista cordobés Vicente Amigo triunfó en el certamen en 1989.

Convencido de que estos certámenes tienen un sentido, Núñez aboga por alguna renovación en las bases, como el límite de edad del participante: «Debe ser para gente joven que quiera hacer una carrera y esto le sirva de trampolín». En este sentido, no piensa lo mismo el cantaor pontanés David Pino, que ostenta un premio del concurso y considera que la falta de repercusión «no tiene que ver con el concurso en sí mismo, sino con el formato, que habría que redefinir porque el modo de difusión y promoción de los artistas jóvenes no es el mismo de hace años».

Para el director de la Cátedra de Flamencología de la UCO, una de las características de este concurso es que han acudido tanto artistas en ciernes como otros con una madurez consolidada pero que necesitaba un respaldo, y en algunos casos lo han encontrado. «Por lo tanto, yo no creo que haya que limitarlo a los jóvenes, aquí ha tenido cabida todo el mundo», subraya Pino.

En cuanto a su evolución a lo largo del tiempo, el de Córdoba no es el concurso más comprometido con la innovación, mientras que La Unión ha introducido un premio a otros instrumentos en el flamenco, más allá de la guitarra. «Es un certamen mantenedor de esencias, más conservador, pero no en un sentido peyorativo, sino porque se tiene como objetivo preservar un repertorio clásico, en lo que yo estoy de acuerdo», dice Núñez. Por su parte, el crítico de flamenco y colaborador de Diario CÓRDOBA Juan Pérez Cubillo, huye de las comparaciones en cuanto a su evolución.

El arte jondo vuelve a medirse en el ‘flamencómetro’

«Estamos en unas coordenadas muy diferentes a las de los años 50 y ni es el mismo número de participantes ni hay pautas claras que hagan que la afición distinga la calidad, porque esta es una sociedad de consumo en la que se anuncia todo». En este sentido, Pino alude al hecho de que hayan aparecido nuevos medios de promoción o de mostrarse al público con las nuevas tecnologías, «lo que ha provocado que se haya perdido algo de interés por parte de los concursantes, ya que tienen otras plataformas para darse a conocer».

El «peligro» de la innovación

En cuanto a la innovación, Pérez Cubillo habla de «cierto peligro», ya que, aunque no se trata de ser fieles hasta la muerte a lo que se llama la esencia, el riesgo de la extensión es que entren cosas que se aparten bastante de la raíz. Una cosa es el ir al encuentro de otras músicas dentro del flamenco y otra es que se metan en este género otras propuestas que no tengan nada que ver con él. La esencia no se puede perder».

En este sentido, el experto, que se muestra de acuerdo en que se ha ampliado mucho el abanico en cuanto a instrumentos en este arte, propone la necesidad de establecer un debate «que daría para un congreso» y que habría que llevar a cabo «con serenidad y dogmatismo y no confundir ortodoxia con inmovilismo, porque no creo que a Paco de Lucía se le pueda tildar de que se apartara de las raíces y, sin embargo, en Entre dos aguas se valió de un cajón peruano, un instrumento que nunca se había relacionado con el flamenco», subraya el especialista. Y mientras surge o no ese debate, Córdoba se prepara para volver a disfrutar de este «laboratorio de flamenco clásico», como lo califican algunos, del que saldrán artistas que se unirán a su incomparable palmarés.

La fase de selección se inicia el próximo martes en el Gran Teatro 

La fase de selección del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba se celebrará entre el 8 y el 15 de noviembre y las pruebas, que tendrán lugar en el Gran Teatro, serán públicas, igual que las de la fase de opción a premio, que se llevarán a cabo en el mismo escenario entre el 20 y el 23 de noviembre. Participarán en esta fase los concursantes seleccionados como finalistas, y que serán como máximo cuatro por sección. Los concursantes premiados quedan obligados a actuar en la Gala de Clausura, que se celebrará el día 26 de noviembre.

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