Hasta el 11 de diciembre

El grabado, protagonista en el Bellas Artes con obras de Rembrant y seguidores Van Dyck

Cedidas por un coleccionista, pretende mostrar la importancia de esta técnica de forma científica y didáctica

Eduardo Lucena y José María Doménech observan uno de los grabados.

Eduardo Lucena y José María Doménech observan uno de los grabados. / MANUEL MURILLO

Cordoba

El grabado es protagonista desde este martes en el Museo de Bellas Artes de Córdoba de la mano de la exposición  Antología del grabado flamenco: de Rembrandt a Van Dyck, que reúne alrededor de 60 piezas cedidas al museo temporalmente por el coleccionista Francisco Fernández Pardo con las que se pretende realizar un acercamiento, a la vez científico y didáctico, a un fenómeno que tuvo una importancia decisiva, no solo para la pintura, sino también para la cultura europea en general como fue la difusión de imágenes a través de esta “compleja” técnica. El delegado territorial de Cultura, Eduardo Lucena, junto al director del Museo de Bellas Artes, José María Vázquez Doménech, han presentado esta exposición que se debe a la generosidad de este “historiador y coleccionista que también es un gran defensor del patrimonio histórico español”.

Hasta el 11 de diciembre se podrá ver esta exposición que muestra obras enmarcadas cronológicamente entre mediados del siglo XV y el XVI, con Rembrant, que firma cuatro de los grabados de la muestra, y Van Dyck como figuras más conocidas, pero también se pueden encontrar piezas de otros virtuosos del grabado como de Leyden, Goltzius, Pontius y Martín de Vos, entre otros.

Plano detalle de una de los grabados de la exposición.

Plano detalle de una de los grabados de la exposición. / MANUEL MURILLO

Según ha señalado el director del museo, el proceso calcográfico es “bastante complejo” y en él intervienen tres agentes principales: el dibujante, el grabador, que pasa ese dibujo a una plancha de cobre, y el editor que lo pasa al papel.

La exposición pretende dar valor a esta técnica “en la transmisión de las ideas y en los cambios culturales”  donde las imágenes formaban parte de la propaganda religiosa de las reformas del momento, tanto la protestante como la católica, ha explicado Vázquez Doménech, que ha añadido que en ellas se  exaltaban grandes personajes con la difusión de sus emblemas, símbolos y atributos.

“Mediante la exposición de estos magníficos ejemplares pretendemos poner en valor una técnica que con la llegada de la fotografía dejó de practicarse pero que durante siglos fue la principal técnica en la reproducción de imágenes, que exigía un virtuosismo exquisito en el campo del dibujo, del grabado y de la impresión para que el resultado fuera excelente”, ha continuado el director.

La evolución

La técnica del grabado evolucionó de la xilografía, consolidada durante el siglo XV, al uso de la plancha de cobre grabado con herramientas como el buril, las ruletas, los rascadores, bruñidores entre otros, que permitían obtener mediante líneas y puntos una mayor calidad en el sombreado y en la plasmación exacta de la realidad, tanto en escenas con figuras humanas y en retratos como en paisajes y composiciones arquitectónicas. El grabado calcográfico derivó en la técnica del aguafuerte, en la que el uso del ácido nítrico permitía “morder” las capas de barnices superpuestas al dibujo burilado en el soporte. La aparición de la moderna litografía a finales del XVIII, al ser un método mas fácil y barato, se adueñó del grabado industrial y de la ilustración de libros a partir del siglo XIX, dando al traste con el difícil y costoso grabado calcográfico.

Una mujer durante su visita a la exposición.

Una mujer durante su visita a la exposición. / MANUEL MURILLO

 “Los Países Bajos habían conseguido un alto nivel de desarrollo económico y social, que, junto a la proliferación de grandes gremios de pintura y escultura, hizo que ciudades como Amberes, Brujas, Gante, y también Ámsterdam y Utrecht, se convirtieran en polo de atracción para pintores, dibujantes, grabadores y editores que llegaron a las máximas cotas de calidad en sus producciones”, ha continuado Vázquez, que también ha explicado que  los diseños mostraban un interés por reproducir fielmente la realidad mediante la utilización de unas rigurosas perspectivas en las composiciones y la devolución a la figura humana de las proporciones exactas, que derivaba de una observación directa de la realidad. La Italia renacentista se convirtió para ellos en el principal referente estético y los modelos italianos y sus recursos pictóricos se aplicaron y reprodujeron difundiéndose por toda Europa", ha señalado el experto, que ha incidido en que estas obras representan tanto temáticas religiosas como profanas.

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