“Hay mucho que aprender de esta ciudad”, ha señalado Francesca Thyssen-Bornemiza durante su intervención en la presentación de las nuevas obras que se incorporan a la exposición Futuros abundantes, que ahora lleva el apellido de Tiempos convulsos, destacando la “relación simbiótica de las piezas y la arquitectura del C3A”.
Haciendo balance de estos seis meses de relación con la ciudad, la prestigiosa coleccionista ha recordado la sensación de “entusiasmo” por parte de todos los implicados en el proyecto ante la exposición de esta colección en Córdoba, destacando la implicación del alcalde de la ciudad, José María Bellido, así como todo el equipo municipal. “Desde el principio hubo una base de respeto y confianza mutua por ambas partes, que iniciamos este viaje con la esperanza de que tuviera este éxito”. “Fue un acto de fe por ambas partes”, ha continuado Thyssen, que ha añadido que todos estos proyectos nunca suponen un éxito inmediato y que realmente se trata de un proceso, por lo que esperan una mayor repercusión en los próximos años. “La gente de toda Andalucía tiene que saber que en Córdoba, además de la Mezquita y otros grandes monumentos, hay un centro que alberga esta colección”.
En cuanto a las nuevas aportaciones a la exposición, la coleccionista considera muy importante reforzar la muestra con obras nuevas que estaban en su colección y que ella piensa que abordan de forma más próxima el objetivo y la temática del proyecto: la naturaleza y cómo vivimos con ella; la coexistencia, la relación en esta vida mutua. En concreto, ha destacado la obra de Pipilotti Rist, una de las primeras artistas que participó en su colección, “y ha llegado el momento de revisarla”. Se trata de una instalación muy grande y resulta “muy complicado” encontrar lugares expositivos donde se pueda presentar como ahora se hace en el C3A.
El agua y la energía
El agua y la energía, algo que preocupan mucho actualmente, forman parte del mensaje de estas obras, y en este sentido, la coleccionista está absolutamente convencida del poder transformador del arte, por lo que la forma en que la exposición interpreta estos temas es centrándose en determinadas cuestiones que “a menudo son demasiado amplias para la comprensión que tenemos, pero los artistas, con su sensibilidad y curiosidad, llegan a un plano más profundo, tienen la capacidad de hacer visible lo invisible”.
“Cuando cubrimos de cemento los espacios verdes se invita a desastres ambientales”, aludiendo a Daniela Zyman, que ha reclamado el espacio en el que se iba a trabajar en un proyecto y ahora se ha convertido en un aparcamiento.
Por último, la coleccionista ha hablado de la relación que se ha mantenido durante estos seis meses con los artistas locales, destacando que en Córdoba, aunque es una “ciudad muy conservadora”, las personas relacionadas con el mundo académico y artístico son “muy reivindicativos y disruptivos”, un fenómeno que extiende a toda España. Así, Thyssen ha recordado sus trabajos con el colectivo Plata o el artista Fernando Vacas, así como con otros creadores que acaban comenzar el proyecto en el que se trabajará sobre el rio Guadalquivir. “Pero esto es un proceso, y él queremos que artistas extranjeros contemporáneos dialoguen artísticamente con los cordobeses”, ha concluido la coleccionista.
