El Festival de Piano Rafael Orozco de Córdoba se prepara para una de las ediciones más potentes en sus dos décadas de historia. Al ya anunciado Grigory Sokolov, que abrirá esta vigésima edición el lunes 7 de noviembre en el Teatro Góngora, se suma la figura del pianismo internacional, Elisabeth Leonskaja. Leonskaja cerrará la programación el 30 de noviembre en el mismo espacio. Córdoba recibirá así a dos intérpretes de lujo, protagonistas de un programa que se desarrollará a lo largo del citado mes con 11 conciertos en distintos escenarios.

Leonskaja interpretará la Sonata n.º 18 en re mayor K. 576 de Mozart, la Sonata n.º 32 en do menor, op. 111 de Beethoven y la Sonata n.º 21 en si bemol mayor D. 960 de Schubert. Se trata en los tres casos de las últimas sonatas para piano que compusieron.

Organizado por la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Córdoba, el festival se ha planteado subir un peldaño más en su vigésimo aniversario. Así lo señala su director artístico, Juan Miguel Moreno: "esta es una edición de celebración, para festejar veinte años de un festival con inequívoca vocación internacional y dedicado verdaderamente al piano y los pianistas, con grandes maestros consagrados y valores emergentes en los principales concursos del mundo, como viene sucediendo desde 2002".

En este contexto, añade, "la presencia de Elisabeth Leonskaja será uno de los hitos en la historia del festival. Es una poeta del piano con legendarias interpretaciones de Beethoven, Schubert, Brahms o Chaikovski que son una fuente de inspiración para muchos pianistas".

Leonskaja es una de las pianistas más célebres de nuestro tiempo. La artista se ha mantenido fiel a sí misma y a su música, siguiendo los pasos de grandes músicos rusos de la era soviética como David Oistrakh, Sviatoslav Richter y Emil Gilels, quienes nunca vacilaron en su enfoque centrado en la quintaesencia de la música a pesar de trabajar en un entorno político muy difícil. Su modestia casi legendaria todavía la hace algo tímida ante los medios. Sin embargo, tan pronto como sale al escenario el público puede sentir la fuerza detrás del hecho de que la música es y siempre ha sido el trabajo de su vida.