Diario Córdoba

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AL MARGEN

Argentina 1985

El filme, como bien dice la sinopsis, muestra una batalla entre David y Goliat

Un fotograma de la película. CÓRDOBA

Inmenso Darín. Merece la pena esta película del director argentino Santiago Mitre (responsable de títulos tan interesantes como La cordillera, Paulina, El estudiante...), amén de otros méritos, por ver en acción a este gran actor (tenemos la suerte de disfrutarlo con su voz, al ser hispanohablante) construir un personaje a la medida del tipo real al que da vida: un fiscal que no se pliega ante nada en tiempos difíciles y, ya puestos, capaz de acusar a un jefe de Estado y su cuadrilla de delincuentes, después de haber diseñado todo tipo de tropelías y violaciones, después de haber mandado torturar y asesinar a cualquiera que se cruzara en su camino, sembrando el terror en todo el país.

Así pues, estamos ante un drama judicial donde asistimos a la preparación del caso (búsqueda de testigos y víctimas, desgraciadamente había tantos que casi se convierte en un casting), las presiones en forma de amenazas al protagonista y su familia para que abandone y tire la toalla, el trabajo en equipo junto a su fiel ayudante... y, por supuesto, la escenificación de lo que fue uno de los juicios más esperados, el más importante de la Historia judicial en Argentina. Como bien dice la sinopsis de la cinta: una batalla entre David y Goliat.

Quizás sea esta la cinta menos arriesgada de su director, por estar construida con el lenguaje más clásico de su filmografía. Sin embargo, todo está perfectamente engrasado, funciona con la perfección de un mecanismo de relojería. Consigue llegar hasta los sentimientos más profundos del espectador y le hace reflexionar sobre un capítulo histórico que, probablemente, ya lo tendría casi olvidado injustamente. Por tanto, se hace un gran trabajo de reconstrucción histórica basada en hechos reales, a la vez dramatizando el relato en un guion que el director ha escrito junto a Mariano Llinás.

Relatar y dar fe del miedo de una Dictadura no es fácil y Mitre lo consigue, con precisión y pulcritud. El cine político de este realizador se ve justamente complementado con este filme, aportando ese título para un público más mayoritario que el resto de su producción.

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