Lydia Vázquez lleva siete años traduciendo la obra de Annie Ernaux. Suyas son todas las versiones de sus libros en castellano que ha publicado Cabaret Voltaire, su editorial de referencia. Una decena de títulos en total, si contamos el que se publicará a finales de octubre, La ocupación. De la literatura, el vínculo entre ambas ha dado el salto a lo personal: hoy en día son buenas amigas y comparten momentos siempre que pueden, a veces hasta unos días de vacaciones. Vázquez, que además de traductora es catedrática de Filología de la Universidad del País Vasco especializada en literatura francesa de los siglos XVII y XVIII y miembro de la Academia Europea, contestó este jueves a la llamada de El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, para dar su opinión sobre Ernaux y su obra, que conoce minuciosamente. Estaba, como era previsible, muy feliz, pero no había conseguido todavía hablar con la escritora, previsiblemente desbordada. Reproducimos a continuación sus declaraciones.

El Nobel de Literatura a Annie Ernaux es una gran noticia porque es muy merecido. Todos los candidatos lo merecían, pero ella más que nadie. Porque de todos ellos me parece la escritora (o el escritor) más universal, tanto por su contenido como por su escritura, pero también por su actitud ante la vida. Quizá ella sea la escritora que mejor nos representa a todos los que la leemos. Espero que ella lo haya recibido con alegría, porque siempre dice que lo que le importa son los lectores y las lectoras, y no los reconocimientos”.

El estilo

“A nivel de estilo, Annie llega a todo el mundo porque la suya es una escritura que le sale del corazón, y porque encuentra una forma diferente de contar para cada cosa de la que decide hablar. Es una escritura sin florituras, sin adornos literarios, que habla directamente al lector. Cuando la leemos a veces olvidamos que eso es literatura, nos sentimos identificados porque lo cuenta con nuestras palabras. Es, sin ninguna duda, una gran escritora, pero tienes la sensación de que lo podríamos haber dicho nosotras”.

El rasgo más destacado de su literatura

“Yo destacaría su proximidad. Porque además, utiliza todos los recursos del lenguaje, y la forma adecuada de expresarse para cada uno de sus personajes. En Cabaret Voltaire hemos publicado recientemente 'Los armarios vacíos', que es su primera novela, y en ella hace uso de una escritura muy argótica. Pero otras veces introduce la escritura normanda, o el lenguaje del personaje humilde, o del burqués… La finalidad es siempre dar esa sensación de autenticidad que caracteriza a su literatura”.

El punto de vista

En sus libros, Annie habla de sí misma. Tiene ya una cierta edad y ha vivido y ha pasado por muchas cosas. A sus espaldas carga con buena parte del siglo XX y todo lo transcurrido del XXI. Lleva desde los 14 años escribiendo cada día lo que le pasa. Y cada vez que ocurre un evento en su día a día que después pasa a sus diarios o su literatura, reconstruye lo que ha sucedido como si fuera otra vez ese momento. Por eso la de su literatura no es la perspectiva de la escritora hoy, sino la reconstrucción pormenorizada de lo que vivió entonces, con las canciones de aquella época, la forma de hablar y de escribir de aquel momento…”

¿Autoficción?

“Annie no hace una escritura ombliguista. No cuenta las historias con sus novios, o con sus maridos, o su día a día porque sí, sino lo que puede tener en común con las mujeres de su generación y lo que le pasa al ser humano en general. Ella rechaza que la encasillen en la autoficción pura y dura, y prefiere hablar de autoficción sociológica, porque lo que trata es lo que le ha pasado a ella pero también a muchas mujeres como ella: un divorcio, un aborto... Quien la lee se siente muy identificado porque a todo el mundo le ha sucedido algo parecido”.

El compromiso

“Es sin duda una autora muy comprometida. Una mujer de izquierdas que se ha posicionado a favor de Melenchon y en contra de Macron, en contra de los privilegios y a favor de los oprimidos. Entronca con esa tradición tan francesa del escritor que se involucra en lo social y lo político, y con la voluntad de escribir no solo libros bonitos, sino que también puedan hacer la sociedad un poco mejor”.

Ernaux de cerca

“En lo personal, Annie es muy cercana. Siente mucha empatía con todo el mundo, pero con sus traductores en particular. Ella y yo tenemos una gran relación de amistad, lo que me permite traducirla mejor, porque la conozco muy bien. Nos escribimos unas tres veces por semana y nos vemos siempre que podemos. Y eso siempre ayuda para la traducción. Llevo tantos libros suyos traducidos que a veces ya sé qué va a decir antes de que lo diga [risas]. Pero esa empatía se extiende a todo el que trata. Cuando estuve en México con ella, en la Feria de Guadalajara, no tenía problema en hablar con un montón de jóvenes que se le acercaban diciéndole que querían escribir como ella, y a todas les daba unos consejos muy útiles”.

‘El acontecimiento’, la película

“Sobre la adaptación de 'El acontecimiento', Annie me dijo medio en broma después de haberla visto: 'en aquella época no llevábamos unos sujetadores tan bonitos' [risas]. Pero estaba muy contenta con la película, porque había recogido muy bien la esencia del libro. Es una película muy importante”.