Diario Córdoba

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AL MARGEN

Voy a pasármelo bien

Esta comedia está recomendada a cualquiera que desee pasar un buen rato y olvidarse de problemas

Un fotograma de la película.

Hay películas que te alegran el día, sobre todo si lo has tenido chungo. Una comedia como esta se la recomiendo a cualquiera que desee pasar un buen rato y olvidarse de problemas, de esas noticias que nos asedian en el día a día, anunciándonos que el mundo es y será una porquería. Porque en este caso, el título no lo es en balde: sales del cine con otra cara. La música de Hombres G ayuda, desde luego, pero las orquestaciones de Zeltia Montes dan sentido a una impecable banda sonora.

Comedia musical, deudora del cine de Jacques Demy -todo un clásico moderno de quien recordamos Los paraguas de Cherburgo (1964) o Las señoritas de Rochefort (1967), por ejemplo-, en la que su director -David Serrano, todo un hacedor de éxitos cinematográficos y teatrales, como su guion para El otro lado de la cama (Emilio Martínez Lázaro, 2002) , sus películas como Días de fútbol” (2003), series como Vota Juan (2019) o su teatro musical, que muchos identificarán con Hoy no me puedo levantar (2005), inspirado en la música de Mecano- escribe, junto a Luz Cipriota, un guion sobre un reencuentro después de muchos años de una pareja que, siendo niños, dejaron el amor como asignatura pendiente.

Así pues, esta comedia, tan romántica como musical, ambientada de maravilla en Valladolid (excelente fotografía de Kiko de la Rica), se estructura narrativamente en dos tiempos, pasado y presente, con el nexo común de la música y unas interesantes coreografías callejeras y contemporáneas. También posee la cinta, como baza importante, la calidad artística del reparto, tanto el trío protagonista encarnado en Raúl Arévalo, Dani Rovira y la mexicana Karla Souza, como el plantel de niños actores y actrices que bordan sus papeles. Y, por supuesto, los de reparto, todos grandes intérpretes solo limitados por el tiempo en pantalla.

La película es todo un festín cinematográfico, repleta de guiños a otros cineastas, y no sólo al padre del líder del grupo (Manuel Summers), véanse esas letras desordenadas al fondo de la escena: leaud.

Positiva, inteligente y empática.

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