Dicen que la música crea comunidad, conexión con el otro. En el caso de Onírica Dual, la definición crece hasta alcanzar su máximo esplendor. Con la luna en el cielo y el calor en el cuerpo de los asistentes, la voz de Alejandro Martínez (Morti) (El fantástico hombre bala, Bushido, Skizoo, Sôber) y la guitarra de Víctor Fraile (Laguna, Whisky Caravan, Reine), recorrieron con elegancia años de escenarios y amor al rock and roll.
No estuvieron solos en esta aventura. El frontman de Moebio y Monoplasma, Héctor Gerónimo, se sumó al repertorio en Arriésgate, un tema de Skizoo al que imprimió su característica esencia. El que se abrió paso en el mercado español y puso a bailar a multitudes con temas como Hotel Madrid, del ya citado grupo Moebio, demostró que sabe acercarse al público en contextos íntimos. Este ámbito es mucho más propio de la cantautora vasca Susu. Como toda reina del indie que se precie, Susu desplegó la magia gracias a su voz aterciopelada en el tema Cielo Crepuscular, con el que acompañó a Morti en lo que resultó una nana astronómica perfecta para noches calurosas como la de este viernes.
Maikel de la Riva también se unió al dúo. El antiguo vocal de El hombre gancho reconoció estar "nervioso" antes del bolo. No es para menos. Hasta el más experimentado temblaria antes de cantar con este dúo gigante. "para nosotros esto es un regalo, un bálsamo entre nuestras carreras musicales", reconoció Morti. Junto a Víctor Fraile, lograron una conjunción hermosa. Voz y guitarra hermanada. Público minoritario pero entregado. Víctor hizo una llamada al respeto por el medio ambiente. En 'las ninfas' dos jóvenes envueltas en alas brillantes salieron al espectáculo como sorpresa estelar. Tan brillantes como el corazón de los presentes.
Antes de entonar una versión del tema Desmejorado, de Bushido, Morti aprovechó la ocasión para desear una "pronta recuperación" a Bunbury. No fue el único momento emotivo de la noche. El cantante entonó un canto a la vida que se abre paso tras la pandemia. Lo que tengas que hacer, que no quede en vacío y silencio...Como preludio al momento melancólico en el que Maikel de la Riva se desnudó por dentro en Hay tantas formas de ver este mundo irracional que a veces me abruma...
Las dos ninfas brillantes, ahora transformadas en sirenas de color rojo, volvieron al escenario. "Aunque nos resistamos, todo está en perpetuo cambio", declaró Morti antes de inciatar a los asistentes a realizar un "striptease emocional". Así llegó la recta final de un concierto íntimo en el que los seguidores más fieles de estas glorias del rock comprobaron que las voces que nacen de lo más hondo nunca se apagan.
