En 1908, cuando el Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso estaba abandonado y casi derruido en plena sierra de Córdoba, un joven Antonio Jaén Morente decidió hacer su tesis doctoral sobre este importante patrimonio de Córdoba, y para ello acudió a las fuentes del Archivo Municipal, consultando, sobre todo, la primitiva, y entonces inédita, crónica del monasterio que escribió en el siglo XV uno de sus monjes.
En base a este documento y todos los que pudo consultar, Jaén Morente hizo su tesis, que, en realidad, es un alegato conservacionista de los monumentos de Córdoba. Y es que, como ha quedado confirmado este lunes durante el acto de presentación de esta tesis hasta ahora inédita, a este intelectual “le dolía Córdoba”, por lo que con este texto el historiador “sacude conciencias y voluntades” para que se diera un paso firme en pro de la conservación del patrimonio de la ciudad.
La delegación de Cultura del Ayuntamiento ha publicado ahora esta tesis, que se ha presentado en un acto celebrado en el convento de Santa Marta, testigo vivo de la orden Jerónima, en el que han participado dos de las nietas del historiador, Magdalena y Cristina Gorrell Jaén, que han llegado desde Estados Unidos y Portugal también para formalizar la firma del convenio de donación del legado de su abuelo al Ayuntamiento de Córdoba, y que ha contado con la presencia de la Marquesa del Mérito, propietaria del Monasterio de San Jerónimo. Para la familia del escritor publicar esta obra “significa todo, el final de un trabajo y esfuerzo que hemos hecho para recuperar la memoria de nuestro abuelo”, ha señalado Magdalena, mientras que su hermana ha valorado especialmente haber recuperado una tesis “de la que siempre se ha hablado, pero que hasta ahora no se había encontrado”. Para las nietas del escritor, también ha sido un día importante porque se ha formalizado la cesión de un legado “que sabemos estará en buenas manos”. Por su parte, la marquesa del Mérito ha considerado este acto, al que han acudido autoridades municipales, académicas y universitarias, “como algo muy bonito y emotivo”, sintiéndose contenta de la recuperación de este “interesante” documento.
Una parcela de nuestra historia
Para Ana Verdú, directora del Archivo Municipal, esto significa recuperar “una parcela muy importante de nuestra historia, porque esta cónica que hace Jaén Morente está salpicada de hechos históricos que sucedían en la ciudad, como la peste que se sufrió o la estancia en el convento de Isabel la Católica”, además de conservar para la posteridad el legado de uno de los máximos historiadores de Córdoba, documentos que engrandecen los importantes fondos del Archivo Municipal.
Manuel Toribio, una de las personas que ha trabajado sobre esta tesis y la figura de Jaén Morente, ha destacado el afán por la conservación del patrimonio del historiador que se refleja en esta tesis, que consta de tres capítulos y también pretendía “mostrar la decadencia de la ciudad en contraposición con su pasado romano y musulmán y medieval”.
Por su parte, Verdú agradeció a las nietas de Jaén Morente que se hayan desprendido del archivo de su abuelo, compuesto por cartas, fotografías y grabaciones sonoras, asegurando que “a él le gustaría que su memoria se conservase en el archivo de la ciudad que lo vio nacer”. Y a la difusión de su trabajo y memoria que se ha propuesto el Ayuntamiento de Córdoba contribuye ahora la publicación de su tesis doctoral.
“Hoy como en un bucle del tiempo, en el libro que presentamos, el Archivo Municipal pone a disposición la crónica del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso, la misma que él investigó y que supo valorar en su originalidad como nadie hasta entonces lo había hecho”, ha señalado Verdú durante su intervención, en la que también ha imaginado a ese “jovencísimo Jaén Morente visitando el archivo a principios del siglo XX y consultando a un anciano archivero, José López Amo, si existían documentos del imponente monasterio que languidecía olvidado en la sierra cordobesa”.
“Este humilde librito es una de las alhajas más preciadas del joyero documental de nuestro archivo”, ha subrayado Verdú.
El acto ha sido despedido por las nietas del historiador, que han relatado el periplo vital de su abuelo en el exilio y los documentos que consiguió salvar, que “han pasado por muchas manos hasta llegar a la familia, cuyos miembros hemos contribuido a conservar en la medida que hemos podido”, sintiéndose muy felices y agradecidas del que el el Archivo los conserve ahora.
