La intéprete, compositora y socióloga Lourdes Pastor ha sabido aunar sus dos pasiones en la vida en su conferencia ilustrada La palabra y la música, herramientas contra la violencia a las mujeres. Es una propuesta escénica diferente, de pequeño formato, en la que a través de sus canciones y de sus argumentos va a intentar concienciar sobre la violencia estructural contra las mujeres para tratar de prevenirla y erradicarla a través del arte. «Aúna mis dos pasiones: el feminismo y la música. En mis conciertos, a través de mi música, se transmite mi activismo feminista, porque el feminismo es una filosofía de vida. En el escenario, siempre está ahí», comenta. 

Ahora, a su música une la palabra para abrir un debate con el público con la intención de «mezclar el arte, con la razón y la emoción para llegar a lo más profundo», reconoce.

Su voz, entonando flamenco, estará acompañada de la guitarra de Pablo Torres ‘Plantón’ y de la percusión de Manuel Reyes de la Rubia. «El flamenco siempre ha sido social, porque ha contado el dolor del pueblo, las penas y las alegrías del pueblo. El flamenco ha reivindicado siempre los derechos. Lo que es más difícil encontrar es la defensa de los derechos de las mujeres, en todas las músicas. El flamenco tiene unas canciones muy ricas en los derechos, pero no con reivindicaciones sobre las mujeres», argumenta.

Ante esta ausencia de narrar el dolor de las mujeres del flamenco, Lourdes Pastor ha compuesto Martinete feminista, que es «uno de los cantes más duros que existen en el flamenco, porque se interpreta a golpe de martillo y a capela, para denunciar que las mujeres somos seres humanos y que desde que nacemos estamos encarceladas».

Este Martinete feminista quizá sea su propuesta más dura dentro de su repertorio de canciones, pero no es la única que habla de los derechos de las mujeres. Pastor asegura que su repertorio es muy amplio y que según discurra el debate elegirá unas canciones u otras en cada representación, porque es «un espectáculo vivo», que apela a a los sentimientos y a la razón. «La música tiene el poder de tocarnos nuestra fibra más sensible y quizá sea una herramienta más útil para transformar el mundo, sumado a los argumentos que hay muchos para decir ¡Basta ya a la violencia contra las mujeres!. Me sirvo de la palabra y de la música para ello».

De su tercer disco La revolución a la vuelta de la esquina, que se publicará este año, Pastor sacó como adelantos las canciones Palabras para Julia y Ahora me quiero yo, esta última le ha proporcionado muchas satisfacciones personales. «Una frase tan sencilla y tan cortita y qué fuerza tiene», reconoce. Cuenta que esa letra ha ayudado a muchas mujeres a tomar decisiones muy serias respecto a su vida o ha dado fuerza a otras muchas cuándo estaban solas o enfermas.

En algo más de una hora, se pondrá el foco de atención en situaciones injustas para las mujeres que nos pasan desapercibidas y que se normalizan a través de la música, del cine, de las series o de las redes sociales. «Son muchas cosas como comportamientos, maneras de hablar, condiciones de trabajo que las tenemos normalizadas y que suponen violencia para las mujeres», explica, refiriéndose a la sociedad occidental.

También se reflexionará sobre el «cinismo que supone que las mujeres más pobres del planeta sean las más libres, porque que yo sepa a los niños no los venden las mujeres de la Moraleja o de Beverly Hills. No hay libertad cuando hay hambre o guerra».

Precisamente, recuerda que las mujeres son las víctimas que más sufren en los conflictos bélicos, puesto que «además de soportar las bombas, son asesinadas, violadas y tienen que llorar a sus hijos muertos».

Lourdes Pastor propone el arte de la música como una herramienta para acabar con la violencia contra las mujeres, sin olvidarse de la educación. «Hemos conseguido llegar a la Luna y todavía la mitad de la población, las mujeres son el 52% de los habitantes, no ha conseguido sus derechos».