El musical 'Grease' está triunfando en la cartelera madrileña, en el Nuevo Teatro Alcalá. Lo hace con las letras de los temas traducidas al castellano y unos actores de juventud casi insultante. Valga como ejemplo Quique González, el protagonista, de apenas dieciocho años.

¿Cómo estamos, Travolta?

(Ríe) Muy bien, muy bien, todo bien.

¿Cuántas veces vio la película 'Grease', para clavar así el personaje?

Muchas. La película ha sido siempre una referencia, es la imagen que la gente tiene de 'Grease'. Y claro, gusta que el personaje que interpretaba Travolta tenga un poco los mismos movimientos, la misma manera de andar... Aun así, me gusta aportar cosas de otros artistas que han hecho ese papel en el teatro. Y de mí mismo, un chico de dieciocho años y de hoy.

¿Antes de interpretar a Zuko, sabía que existía esta película?

Sí, sí, la había visto con mi padre cuando era pequeño. Lo bueno de 'Grease' es que pasa de generación en generación, es imposible que haya alguien que no la conozca.

¿Se había puesto gomina alguna vez?

De pequeño solía ponerme, porque siempre he tenido mucho cabello y era la forma de ir un poco bien peinado. Aunque no en las cantidades que usamos en el musical, eso es otro nivel.

¿Por su edad lo tiene reciente: qué diferencia un instituto de hoy de uno de los años 50?

Entonces todo era diferente, la gente tenía otra forma de pensar y evidentemente aquellos adolescentes eran muy distintos a los de hoy. Ello repercute en la historia que contamos, ya que lo que hacemos nosotros es llevar 'Grease' un poco a la actualidad.

Póngame un ejemplo.

Por ejemplo, Sandy no es tan pánfila, cuando hace falta le dice a Danny lo que piensa, podríamos decir que está más empoderada. Seguramente en un instituto de los años 50, eso sería muy raro, pero no hoy.

Puedo resumirlo diciendo que los adolescentes de hoy son más cabrones?

Jaja, no sé si yo si esta sería la palabra. Aunque quizás sí.

¿Se apuntaría a practicar deporte para conquistar una chica, como Zuko?

Mmm... depende de la chica, porque, la verdad, yo, de deporte, muy poco. De pequeño jugaba al baloncesto y ya no he hecho más deporte. Ahora hago baile y se acabó. Para ponerme unos pantalones de deporte como los que me pongo en la obra, tendría que gustarme mucho, la chica (ríe).

¿Por más que los hombres queramos ir de duros, estamos en manos de las mujeres?

Más bien diría que por más que queramos aparentar e ir de duros, acaba siempre apareciendo nuestra parte sensible. La conclusión es que fingir no tiene ningún sentido, que es mejor ser tú mismo.

¿Lleva bien lo de tener un trabajo tan exigente, a su edad?

Casi todo el elenco del espectáculo tenemos entre 18 y 21 años, nuestra vida se reduce a formarnos por la mañana y a hacer la función por la tarde. No es la vida convencional de la gente de esta edad, no. Este trabajo requiere dedicación al cien por cien, cuidarse, alimentarse bien, dormir las horas necesarias. Y cuidarse también mentalmente.

¿Es consciente de que por su culpa me avergüenzo de cómo era yo a los dieciocho años, que no pensaba más que en la fiesta?

Jajaja, cada cual tiene que saber cuáles son sus prioridades.

Sí, ese era mi problema.

Nosotros tenemos claro que, si queremos dedicarnos a esto, tenemos que poner en ello toda la energía. Es una oportunidad única, nunca sabes cuando vas a tener otra.

¿Cuando empezó a bailar?

Antes del casting de 'Grease', no había bailado nunca.

Venga, no joda!

En interpretación me he formado desde que tenía cinco años, y también en canto. Pero en baile tuve que empezar a saco en 2019, por el casting de Grease. A causa de la pandemia, el estreno se aplazó y tuve un año más para profundizar en la danza.

Y ahora debe de ser el rey de las discotecas, como Travolta en otro film.

Sí que ayuda, sí (carcajada).

Se le ve muy cómodo haciendo el papel de macarrilla. ¿Lo es un poco?

Lo he trabajado, aunque confieso que el personaje tiene una parte de Quique.

En 'Grease' hay bastantes actores catalanes. Por más que digan, ¿pueden convivir bien catalanes y madrileños?

Claro que sí. Lo mismo para trabajar juntos que para salir. Los jóvenes, sobre todo, pasamos de esas cosas y simplemente nos juntamos con la gente que nos llena.