El pintor Antonio Bujalance ha inaugurado este martes la exposición Donación Antonio Bujalance: entre la naturaleza y la poesía; una serie de 29 obras, entre las que se encuentran carteles, retratos de literatos y artistas, como Gabriel Celaya, Antonio Gala o Federico García Lorca, entre otros, así como bocetos de su etapa abstracta, en en la Sala 1 de Dibujos y Estampas del Museo de Bellas Artes, donde estarán visibles al público hasta el próximo 27 de marzo.

Los retratos de artistas, elaborados con una técnica muy depurada, pertenecen a los años 80, cuando Antonio Bujalance colaboraba con Diario CÓRDOBA para Cuadernos del Sur, dando más vida con sus ilustraciones los textos que se publicaban. En la muestra destacan, asimismo, unos ejercicios libres y abstractos que estuvieron expuestos en la ya extinta Galería Carmen del Campo y con los que el artista "lo pasaba muy bien" al no "estar atado a unas formas determinadas", ha explicado a los asistentes.

La inauguración ha contado con la presencia del director del Museo de Bellas Artes, José María Domenech, y de la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico Cristina Casanueva, quien ha señalado su intención de "seguir poniendo en valor los fondos del Bellas Artes, en su mayoría desconocidos", con muestras como la inaugurada, que parte de las 32 obras que el artista cordobés donó a la institución en el 2017. "La pandemia nos está limitando, pero tenemos claro que la cultura es un motor y no puede parar", ha añadido Casanueva, para lo que destaca el compromiso de Cultura con "tener una oferta distinta que atraiga a nuevos visitantes al Museo" que, según ha informado la delegada, en 2021 recibió más de 32.000 visitantes.

El artista ha querido mostrar su "enorme satisfacción" de saber que sus obras permanecerán siempre en el Bellas Artes y ha mostrado su "profundo agradecimiento" a las instituciones por hacer posible esta exposición.

De lo figurativo a la abstracción

Antonio Bujalance, natural de Doña Mencía, desarrolló sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios Mateo Inurria y en la Escuela Superior de de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, así como en la Escuela de Pintura Mural Contemporánea de San Cugat del Vallés de Barcelona. Ejerció como profesor de dibujo artístico en Baeza, Sevilla y, finalmente, en Mateo Inurria. Aunque comenzó con el realismo como seña, abordó la abstracción en sus bocetos que, aunque de variada gama cromática, no dejan de lago la influencia geométrica. Considerado el "Retratista del cosmos" por su visión de la naturaleza, donde más se popularizó su obra fue con la cartelería y retratos, en los que reflejó a las personalidades artísticas y literarias de su época.