La compañía celebra su 60 aniversario con el estreno absoluto en Zaragoza de su nueva producción ¡Que salga Aristófanes!, la cuadragésima desde que arrancó la compañía teatral en 1962. Del 13 al 23 de enero, Els Joglars ofrecerá en el Teatro Principal de la capital aragonesa este espectáculo teatral de producción propia, en un 2022 en el que a sus sesenta años de trayectoria se une la celebración del décimo aniversario del actor Ramón Fontseré al frente de la dirección, tras tomar el testigo en 2012 de Albert Boadella.

Durante noventa minutos, seis actores darán vida a las imaginaciones del trasunto del dramaturgo griego Aristófanes debatiéndose entre la realidad y la ficción como modelo de libertad frente a una sociedad cada vez más repleta de tabúes intocables. Fontseré representa a un catedrático de clásicas destituido de la universidad que es internado en un Centro de Reeducación Psicocultural debido a las secuelas mentales producidas por el cese, al que su conocimiento y admiración por el mundo clásico le hace asumir por momentos el personaje de Aristófanes. Al presentar ayer el espectáculo, Fontseré anticipó que habrá «humor y mucha poesía con elementos sencillos, pero potentes», con una escenografía «metafórica y funcional».

«Estos sesenta años son gracias a un estilo artístico de entender el teatro, de trabajo, de esfuerzo y de pasión. Hay que estar siempre atentos a la realidad», afirmó el intérprete.

Las seis décadas que acumula este grupo, añadió, «no se sustentan por casualidad», y con todos los trabajos que ha llevado a escena «se puede entender un poco la historia de este país». «En estos sesenta años llevamos mostrando la realidad y presentándola, con la que el espectador, a veces, queda sorprendido y le produce una catarsis porque lo que ve es lo que piensa y a veces por complejo, por pereza o por mecanización no se atreve a decirlo. Lo que hacemos los cómicos es presentar esa realidad», reflexionó.

Su concepto del teatro es el de conseguir que sea un juego, y el objetivo es «mantener ese espíritu, aunque sea a las puertas de la jubilación», agregó. Según Fontseré, «la escenografía, la luz y el vestuario juegan en este espectáculo, que empezamos de cero -comenzaron a trabajar en él en agosto- y ha ido creciendo poco a poco», reconociendo que en los años 80, generación a la que se adscribe, «había una libertad fantástica», pero algunos de los espectáculos que llevaron a cabo en esa época «hoy no se podrían hacer».