El rapero granadino Prok, junto a su hermano Ayax se ha convertido en uno de los nuevos referentes del old school rap español. Ocupará las tablas de la Sala París 15 de Málaga para presentar las canciones de su último disco, 'Le cri de la rue' (2021), un trabajo mucho más directo que los anteriores y en el que priman las rimas sobre la "cruda realidad" de los barrios.

¿Por qué este cambio entre 'Rojo y negro' y 'Le cri de la rue'?

Con la pandemia creo que no era momento de hacer un disco tan estético y hacer algo más duro. Rojo y negro era un álbum de rap muy puro porque se basaba en el toque romántico y oscuro de los poetas malditos franceses, mientras que éste habla más de los problemas de la calle. Además, incluye tres canciones con bases algo diferentes... Es un disco muy callejero, muy duro y con mucha crítica social por las cosas que le están pasando a la gente.

¿Hace rap para sacarse la rabia o para despertársela a los demás?

Las dos cosas. Necesito escribir para desfogarme, para reconstruir mi pensamiento y equilibrarme. Y si luego a la gente le puede hacerse preguntas, mejor.

Habla de su barrio, pero sin muchos romanticismos. Critica, por ejemplo, a los que se juegan el pan de los niños en la timba.

No, no quiero romantizar. El puchero de la abuela es un buen ejemplo: habla de las injusticias en mi barrio [Haza Grande, en Granada]. El rap romantiza el barrio porque es el que nos saca para afuera, pero lo hacemos desde una perspectiva real porque el barrio está jodido.

¿Qué es lo primero que hay que arreglar en un barrio así?

Que no se note tanto la diferencia con los barrios ricos. No hay un duro puesto para los barrios humildes. Te señalan como marginal y por eso no te arreglan las calles ni los parques, no te dejan que llegue nada allí y así te condicionan desde que naces a vivir una vida complicada. Es la pescadilla que se muerde la cola. Te estigmatizan y al final, qué pasa, que la gente se pone a vender droga porque no puede hacer otra cosa.

¿Este Llanto de la calle es una manera de recordarse de dónde viene tras todo el éxito logrado?

Una vez pasada la pandemia solo tengo ganas de hablar de cosas duras, de lo que le pasa la gente la calle. No tengo ganas de hacer cosas más estéticas y reflexivas.

Pero hay una nueva canción, 'La calle Gritos', en las que parece cantar sobre la ansiedad y la soledad.

Sí, y sobre la lucha interior y la fama. Cuando estás triste y de verdad estás mal cuesta encontrar las palabras para explicarle lo que te pasa a una persona que no conoce; a veces se me hace muy complicado... «Cuando me veas triste y sólo, déjame maldito», dice la canción. Si me ves jodido, déjame tranquilo.

¿Cambiaría la fama por su vida de antes?

Me molaría volver a tener cosas que antes tenía y que eran preciosas. Por ejemplo, llegar a un sitio y ser uno más. Llegar a una playa, sentarme y que no me mire nadie. Eso era precioso. Ahora me cuesta pasar desapercibido. Pero bueno, si quiero llegar a mucha gente y quiero cambiar mentes tengo que asumir la popularidad, que me miren cuando llego a una playa o a cualquier sitio. Como le decían a Spiderman, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad".

¿Le gustaría seguir cambiando mentes con otras músicas?

El rap siempre va a ser la piedra angular de mi proyecto porque es lo que más me gusta. Pero no puedo pasarme la vida haciendo temas a 90 BPM porque me dejaría de gustar.... Mi rap es intocable, pero, por ejemplo, he disfrutado un montón haciendo para el disco un drill, que es rap pero con un ritmo diferente, y por eso me lo cogí con un montón de ganas. Un artista necesita probarse siempre.

En 'La calle Gritos' avisa de que está a punto de dejar la veintena. ¿Sufre haciéndose mayor?

No lo sé. El tiempo nos jode a todos. El tiempo es una mierda, bro, pero hay que ir asumiéndolo. Yo lo llevo bien, pero da miedo pararse a pensar que la vida se va terminando poco a poco.

En 2019 dijo en una entrevista que lo mejor que le podría pasar a la Tierra es que el virus que es el ser humano desapareciera. Casi resulta profético.

Ojalá. El planeta Tierra no tiene la culpa de que un bicho que se cree importante lo apuñale, lo raje y lo destroce constantemente. Y ese bicho es el ser humano y su egoísmo. Lo mejor que le puede pasar al planeta es que el ser humano se extinga, porque si se quedan cuatro empezarán a reproducirse y volverán a cargárselo. El ser humano no sabe respetar, la ambición es lo que nos convierte en una mierda.

Hombre, algunas cosas bonitas hemos hecho, incluyendo unas cuantas canciones.

El arte es lo que hace que el ser humano valga un poquito la pena.