El ballet El lago de los cisnes, con la popular y admirada música de Tchaikovski, y el Cuento de Navidad, de Charles Dickens, son dos clásicos de estas fechas navideñas que suelen acudir a su cita con los cordobeses en los teatros municipales de la ciudad. La historia del príncipe Sigfrido y su encuentro con la princesa Odette, víctima de un sortilegio lanzado por el brujo Rothbart por el que se convierte en cisne durante el día y que no podrá romper más que aquel quien le jure amor eterno, ha llenado este martes el Gran Teatro.

El público ha vuelto a disfrutar de este romántico relato de la mano del Ballet Imperial Ruso, que ha derrochado belleza, además de una magistral técnica de los bailarines que componen esta compañía, a la que se ha unido la música de la popular obra de Tchaikovsky, que ha vuelto a transportar a los espectadores a mundos oníricos con una íntima explosión de delicadeza que hacen que esta pieza sea un referente que nunca pasa de moda

Por su parte, unas horas antes, en el Teatro Góngora se han dado cita la Orquesta de Córdoba, bajo la batuta de su director titular, Carlos Domínguez Nieto, y la actriz cordobesa Marisol Membrillo para volver a imbuir al público del espíritu navideño de Dickens y su famoso Cuento de Navidad, que ha trascendido todas las épocas y cuyo mensaje permanece rotundo en la sociedad actual.

Domínguez-Nieto y Georg Blüml -director de teatro y ópera alemán muy reconocido-, ambos apasionados de los cuentos, coincidieron en la elección de la música de Elgar, que escribió esta obra con variaciones que dedicó a sus amigos como retratos musicales. Estos mismos retratos han servido para narrar en la voz de la actriz Marisol Membrillo este maravilloso y emblemático relato, que ha cosechado grandes aplausos por parte de un público muy variado. Un concierto extraordinario que precede al ya clásico de Año Nuevo, donde la formación cordobesa llevará a los espectadores a Viena y su música.