Bruce Springsteen ha vendido los derechos de toda su música a Sony Music Entertainment en lo que podría ser la mayor transacción jamás realizada sobre el trabajo de un único artista, según el New York Times. No ha habido ningún anuncio público sobre la compraventa, que se habría cerrado en las últimas semanas. Tampoco se conocen los detalles del acuerdo, pero, según las fuentes, el precio total podría superar los 500 millones de dólares.

Los representantes de la firma y el artista no han hecho comentarios sobre la venta, que fue publicada inicialmente por Billboard. La transacción, sobre la que llevaban semanas circulando rumores en los círculos de la industria musical, incluiría tanto la obra grabada de Springsteen como su trabajo como compositor de canciones. Con ella, Sony adquiriría la propiedad de la colección completa de clásicos de 'The Boss', como 'Born to Run', 'Born in the U.S.A.' o 'Blinded by the Light'.

Es el más reciente e importante macroacuerdo en lo que han sido un par de años frenéticos, en los que inversores, grandes compañías de la industria de la música y firmas privadas -atraídas por el aumento del 'streaming' y la promesa de unos beneficios por la música crecientes en los próximos años- han gastado cientos de millones de dólares en comprar los catálogos de varios artistas. Bob Dylan, Paul Simon, Stevie Nicks, Shakira, Neil Young y muchas otras estrellas han vendido su obra por precios que han alcanzado los cientos de millones. El acuerdo de Dylan con Universal del pasado año, que únicamente incluía su trabajo como escritor de canciones, se calculó por encima de los 300 millones.

En una reunión de inversores de Sony en mayo, Rob Stinger, jefe ejecutivo de Sony Music, aseguró que la compañía había gastado catorce mil millones de euros en adquisiciones en los seis meses anteriores, un periodo que incluía el trato con Simon y otros con compañías enteras, como AWAL, que proporciona servicios a artistas independientes.

Springsteen, de 72 años, ha estado asociado con Columbia Records, que forma parte de Sony Music, durante la totalidad de su carrera musical, que abarca cinco décadas, siempre controlando los derechos de sus grabaciones. También es propietario del copyright de sus composiciones y, básicamente, actúa como su propio sello musical, aunque desde 2017 su trabajo como escritor de canciones está administrado por Universal.