El Palacio Ducal de El Carpio abrió este viernes por la noche la vigésima edición de Scarpia, que se celebra hasta el 7 de enero bajo el título Pintura de Historias, pero desde el punto de vista artístico de los pintores que participan. Scarpia se ha convertido en un vehículo de transformación cultural y describe cada año un nuevo capítulo. El acto inaugural corrió a cargo de la alcaldesa de la localidad, Desiré Benavides, quien indicó que «se trata de un certamen consolidado en el panorama nacional y que cada año adquiere un mayor prestigio y relevancia». Asimismo, matizó que «desde el año 2016 trabajamos para que las calles y edificios históricos de nuestro pueblo se convirtieran en auténticos museos al aire libre».

De hecho, este municipio consta actualmente con cinco murales en fachadas de edificios. Para este año se habilitarán dos nuevas localizaciones. Por otro lado, se ha creado una colección municipal de autores de reconocido prestigio. El fotógrafo local Óscar Corredera ofrecerá el 30 de diciembre un proyecto fotográfico basado en los mayores.

Acto seguido intervino el comisario de la muestra, Jesús Zurita, quien resaltó las actividades organizadas para esta edición, «con la firme voluntad de seguir enriqueciendo nuestro pueblo con un cúmulo de artistas que, llegados de varios puntos de España, incluso del extranjero, nos visitan para dejar su impronta en El Carpio, como si éste fuese un lienzo que siempre permite añadir más elementos, una pared infinita en la que seguir colgando cuadros».

Público, en el museo, donde se expone la obra de Rodero. CASAVI

Respecto a esta edición, hizo alusión al concepto de este año, «basado en la capacidad que tiene la pintura para narrar y contar cosas, incluso con un diálogo mudo entre el espectador y la obra». En el Palacio Ducal se abrió la exposición del artista afincado en Amsterdam Javier Ruiz Pérez, con composiciones surrealistas y evocadoras. En el museo se exponen también unas pinturas del gaditano José Rodero, donde aborda el tema de la erótica, sensualidad y belleza, a través de la Venus del Espejo de Velázquez.

Finalmente se abrió la angosta puerta de la Torre Grande de Garci Méndez, del artista José Luis Puche, con la exposición Gotas de luz donde luz no había. En ella, como dijo Zurita, «encontramos una realidad elevada y poética, donde la incertidumbre y la sorpresa hacen reaccionar al público». Todas las exposiciones se encuentran en edificios históricos donde conviven la tradición y la vanguardia. También se ejecutarán dos intervenciones murales en espacios públicos, una por Marta Lapeña, en el patio de la torre de Garci Méndez, que consistirá en un bodegón. La otra intervención correrá a cargo de Antonio Montes. También se han programado dos talleres, uno para niños y otro para mayores.

Luego intervino el artista José Luis Puche, quien agradeció a la organización su participación, «porque Scarpia está en lo más alto del panorama artístico a nivel nacional».

Por último intervino la vicepresidenta primera de la Diputación de Córdoba y presidenta de Iprodeco, Dolores Amo, quien apuntó que «El Carpio, un pueblo pequeño, ha sabido llevar el arte a su máxima extensión durante estos veinte años».