Bad Bunny es uno de los artistas más influyentes del momento. Así lo demuestran los ránkings de Spotify, donde el puertorriqueño se situó como el artista más escuchado de 2020.

De todos modos, hay quien continúa cuestionando el valor del reguetón, género musical que acumula multitud de seguidores y detractores. La última personalidad en posicionarse ha sido James Rhodes.

El pianista ha participado en el programa 'A mi yo adolescente' de TVE y ha animado a los jóvenes a explicar el éxito del reguetón porque "literalmente no entiendo la popularidad de este tipo de música".

Canciones para la posteridad

Rhodes empezaba la intervención lamentando la mala reputación de la música clásica por ser considerada "superpija" y "superaburrida" y añadía: "Qué triste, qué injusticia, porque es la música más viva del mundo. Es para todo el mundo".

El músico ha nombrado a grandes compositores, cuyas melodías continúan sonando en conservatorios y auditorios, como Mozart, Bach o Chopin. Acto seguido ha cuestionado si dentro de dos siglos vamos a continuar escuchando a Bad Bunny. "Pues no, ni de coña", respondía a la pregunta que él mismo había formulado.

James Rhodes continuaba su alegato nombrando a otros artistas, fuera de la música clásica, que merecían su admiración, como Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Charly García o Roberto Iniesta, de Extremoduro.

Debates musicales

La polémica no ha tardado en llegar a Twitter, donde han proliferado opiniones a favor y en contra del género musical y de Rhodes. Entre muchos comentarios, destaca el del 'streamer' Ibai Llanos, donde recupera un vídeo de él cantando 'Yonaguni', de Bad Bunny.

No es la primera vez que surge el debate sobre la posteridad y la calidad del reggaetón. Este género musical surgió a principios de los años 90 en Puerto Rico, pero rápidamente se convirtió en un símbolo cultural de toda América Latina que se ha transformado en un fenómeno global