Sara Ferreira da Costa vivía cuando era pequeña en una zona periférica de Lisboa, por lo que el contacto con poetas de su generación llego a través de blogs de internet. Excepto aquello, escribía como un hombre y quería ser un "hombre viejo" porque así eran los poetas que conocía y admiraba. Esta tarde recita frente a un público entusiasta en el Festival Internacional Cosmopoética, con una trayectoria bien distinta a sus inicios.

Autora de cinco poemarios -uno de ellos, La transfiguración del hambre, ganador del Premio Literario Internacional Glória de Sant’Anna-, participante con sus poemas en festivales y antologías de varios países, y licenciada en estudios chinos, ha traducido poetas mandarines al portugués, pero se sigue inspirando con estas citas culturales que le permiten "conocer y profundizar en otras culturas, así como tener contacto con autores antes desconocidos", explica.

No se siente especialmente anexa a vertientes de poesía concretas de Portugal que se dividen entre una ola de "poetas pesimistas" y otra de "poetas realistas", quienes conviven con brasileños que han encontrado en Portugal un hogar para la creación e influyen notoriamente a los nacionales.

En lo que respecta a Ferreira da Costa, el poema tiene el componente "orgánico" del arte y debe tener "visceralidad, intimidad, contar lo que nos perturba" a los seres humanos. Por ello descree de la poesía rápida de instagram y de las redes, que considera "vacía y superficial" y sin "trabajo literario ni estético", por lo que no favorece a la creación poética; porque la "simplicidad puede ser compleja", como ocurre con la tradición poética oriental y con los haikus, pero no es el caso de las creaciones de internet, aunque este instrumento cuente con el aspecto positivo de favorecer el contacto entre poetas.

La poeta portuguesa Sara Ferreira Costa, junto al traductor David Morán, atiende a los medios horas antes de su recital en Orive con motivo de Cosmopoética CÓRDOBA

Relación con el feminismo

Sara Ferreira es madre y está preparando un poemario sobre el proceso del embarazo. Cuando lo contó a su círculo se sorprendieron de que abordase un tema tan cliché, relacionado con la felicidad. "Quiero abordar el embarazo y demostrar que es posible tratar temas femeninos sin caer en estereotipos, sino hacerlo como un proceso de cambios muy fuertes que afectan al cuerpo de una persona", explica.

Es consciente de la trascendencia de las corrientes feministas y defiende la creación de la mujer "desde la libertad" y sin "pudor" para tratar temas "de mujeres", desde su perspectiva, pero sin olvidar que los temas universales afectan a todo el ser humano, con independencia de cualquier género.

Como poeta, espera emocionar al público, en primera instancia, y sonríe al explicar que "o es importante" el hecho de que no vayan a entender la intencionalidad de los textos. "Me interesa más que cada persona tenga su propia interpretación", revela ante la prensa, encandilada con su magnetismo.