La fiesta del noveno cumpleaños del primo Martín, cuando las celebraciones infantiles se limitaban a una tarta, globos de colores y medias noches rellenas de mantequilla o nocilla de dos sabores. Los domingos de perol en la sierra, inolvidables momentos en los que la felicidad giraba en torno a un fuego. El instante en el que Juana sale de su casa vestida con el traje típico de las fiestas de su pueblo mientras su padre, orgulloso y con cámara en mano, filma sin perder detalle la escena para inmortalizar el momento, y así poder verlo una y otra vez. La ocasión lo merece. Recuerdos personales como el de Martín o Juana, y los de cientos de andaluces guardados en metros de cintas forman parte del Proyecto Mi Vida, una campaña de recuperación, conservación y digitalización del cine familiar y doméstico, del cine amateur o de aficionado, impulsada por la Filmoteca de Andalucía de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico con la finalidad de rescatar la memoria visual cotidiana de los andaluces a través de filmaciones realizadas por particulares, que abarcan gran parte del pasado siglo XX.

Así, se han recuperado grabaciones de los años 20 y 30 en película de 9,5 milímetros (Pathé-baby), a las más cercanas en el tiempo en Super 8, rodadas en las décadas de los 60, 70 y 80, pasando por el soporte anterior en 8 milímetros, que convive con ambos y se desarrolla, sobre todo, en los años 50 y 60. Cientos de horas de filmación, que conforman un incomparable material sociológico, y que están siendo digitalizadas en la Filmoteca para que puedan ser compartidos con las futuras generaciones.

Desde la puesta en marcha de este proyecto, en el año 2016, y, a día de hoy, han sido depositadas en la Filmoteca de Andalucía más de 145 cintas, procedentes de las ocho provincias andaluzas, entre ellas, Córdoba, donde tiene su sede. Un material que reúne múltiples filmaciones y permitirá la construcción de una historia común mediante la conjunción de innumerables filmaciones particulares, llenas de escenas cotidianas, intrascendentes o no, pero fieles testigos de la vida 'en directo' de varias décadas del último siglo.

Captura de las imágenes de una comunión (cedidas por Manoli Durán). CÓRDOBA

No son filmaciones perfectas, tal y como señalan los técnicos que han analizado el material recuperado hasta ahora. Presentan desencuadres, discontinuidad en el discurso, desenfoques, reiteraciones... Sin embargo, y en contraposición, están repletas de espontaneidad, cercanía e inevitable identificación por experiencias vividas comunes y paralelas. Y eso es, precisamente, lo que distingue y hace único el material del Proyecto Mi Vida, filmaciones en las que los espectadores verán reflejadas sus propias vidas, unas décadas atrás, o podrán visualizar, sin necesidad de recurrir a la imaginación, las vidas de sus padres o abuelos.

Con esta iniciativa para el rescate del cine hecho en casa, se han digitalizado, hasta la fecha, más de un centenar de cintas, cientos de horas de filmación, pero el proyecto aún no ha terminado. El objetivo de la Filmoteca es continuar recuperando estas cintas conscientes de la cantidad de material en riesgo a desaparecer debido al paso del tiempo o a la obsolescencia de los aparatos y equipamientos.

Desde la Filmoteca de Andalucía animan a contribuir al Proyecto Mi Vida con sus grabaciones personales, recogidas a pie de calle, sin guion ni reparto profesional, pero con entusiasmo, risas y emoción, a escribir una crónica costumbrista en imágenes de la vida cotidiana de los andaluces. Los interesados podrán contactar con la Filmoteca a través del correo informacion.filmoteca.ccul@juntadeandalucia.es.