Cosmopoética, la cita cultural que ha logrado impregnar Córdoba de un carácter aún más literario, si es que eso era posible, arranca su 18 edición esta tarde, a las 20.00 horas en el Teatro Góngora, con los versos de Pablo García Casado y del portugués Nuno Júdice; señal de la mezcla de influencias que promete la programación, tras la que se encuentra Antonio Agredano, tan inclasificable como el festival que dirige.

Este va a ser el quinto año que esté al mando, justo cuando el Festival cumple 18 años, ¿Qué balance hace?

Alguien, desde fuera, tendrá que valorarlo. Yo estoy satisfecho con mi trabajo y si algo tengo claro es que el festival, en general, tiene un compromiso aperturista con la ciudad y cada vez está llegando a más población. Lo que fue un evento minoritario se ha convertido en un referente para toda la ciudad y quiero pensar que lo he enriquecido.

¿Ha supuesto un reto volver a ponerlo en marcha tras la edición ‘online’ de 2020?

Las actividades presenciales de la edición pasada fueron pequeñas, pero tuvieron público. Fue muy complicado y, con el tiempo, lo miro con perspectiva y me parece que se hizo un trabajazo por parte de nuestro equipo, del Ayuntamiento y de los cordobeses. Ahora, tenemos expectativas e ilusión después de todo lo que se ha enrarecido el ambiente por la pandemia. Es como si volviéramos a una primera edición y tenemos que acostumbrarnos a ver la sala de Orive llena.

El lema de este año, escogido de un verso de Fernando Pessoa, ‘Otra vez vuelvo a verte’, es muy oportuno, ¿Prevé visitas del exterior de Córdoba?

Cosmopoética atrae a público foráneo, claro, pero no es el Festival de la Guitarra. Es un festival desde la ciudad y para la ciudad. Pero sí, todos los años, excepto el anterior, se acerca gente de todas las ciudades y entornos a ver a poetas y músicos, lo que sorprende, pero es gratificante saber que la literatura también tiene sus fans.

Apuestan fuerte por dar lugar a voces de músicos y escritores locales, ¿puede ser una forma de acercar al público joven al arte de su ciudad?

Cosmopoética pretende estar en permanente escucha de la ciudad. No es un festival que sirva como un fin en sí mismo, sino que en gran medida es el resultado de lo que se está generando en Córdoba. Hemos estado pendientes de que acudan autores que, aun siendo de fuera, han publicado con editoriales cordobesas, porque nos parece importante fomentar las iniciativas de creación de editoriales en la ciudad. La música local también cobra una presencia importante. Este año contamos con el grupo Viva Belgrado. Creo que tener un compromiso con la lírica y la creación de la ciudad es nuestra responsabilidad, nuestra obligación.

¿Cree que la literatura portuguesa tiene un calado reconocible o suficiente en el panorama literario español?

La literatura portuguesa cuenta con pesos pesados, como Pessoa, con tanta luz que absorbe todo lo demás. Él tenía que estar presente de alguna forma. Nuno Júdice se lee mucho en España. Ana Luisa Amaral ha ganado recientemente el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Además de estos dos autores, hemos apostado por jóvenes creadoras portuguesas, para reflejar lo que está ocurriendo allí en cuanto a las nuevas tendencias, así como por figuras intermedias.

La presencia de Irvine Welsh da un carácter aun más internacional a la programación, ¿por qué han apostado por esta influencia?

Me parece un escritor incontestable y lo digo en referencia a toda su bibliografía. Un autor muy representativo de nuestro tiempo que ha sabido plasmar a una generación entera de su país, pero también de la Europa que conocemos. Ha sabido mezclar muy bien muchos aspectos que nos interesan literariamente, como figura incuestionable de la literatura europea, y para mí es un orgullo tenerlo esta edición porque es una persona con una agenda compleja y hemos hecho varios intentos para traerlo, pero al fin lo hemos conseguido y, aunque tengamos un guiño a un país en concreto, siempre tenemos apertura a otras nacionalidades. Creo que Welsh aporta una visión referente de la sociedad pospandémica y poscrisis.

Pese a denominarse Cosmopoética, se trata de un festival difícil de encasillar.

La verdad es que sí, y me lo tomo como un piropo porque no hay nada más aburrido que lo predecible.

Usted es escritor y poeta, ¿no ha pensado en formar parte de la programación del Festival?

Sería bastante endogámico, no podría elegirme a mí mismo. Es curioso. Cuando empezó Cosmopoética, en 2003, y tenía otro director literario, yo ya escribía. Recuerdo coincidir en recitales con Pablo García Baena, pero nunca me propusieron ir al Festival. La primera vez que participé fue cuando Nacho Montoto era el director literario, entonces recité en Orive y está bien, no pasa nada. La programación depende mucho de cada director literario y si en el futuro me sucede otro director, espero que se acuerde de mí, aunque desde luego no le insistiré con whatsapps ni correos electrónicos.