Las instalaciones de El Bujío del Toro, en Carcabuey, acogieron ayer un homenaje a la trayectoria profesional y humana del cirujano taurino y ganadero Eliseo Morán Gómez. Esta jornada, organizada por la Asociación Toro de Cuerda de Carcabuey, arrancó a mediodía con una conferencia pronunciada por Ladislao Rodríguez Ladis, en la que esbozó de manera dinámica y amena la trayectoria de este profesional de la medicina que llegó a Córdoba a mediados de la década de los años sesenta del pasado siglo, ejerciendo como cirujano jefe de distintas plazas de toros de la provincia, y que recorría año tras año la mayoría de los festejos taurinos que se celebraban a lo largo y ancho de la misma, alcanzando en su profesión un prestigio que le ha hecho merecedor de numerosos reconocimientos.

Un emocionado Eliseo Morán, que recibía de la entidad organizadora como recuerdo de la jornada un cajón a miniatura que reproduce los que se utilizan en las sueltas del toro de cuerda, reconoció durante su intervención la agradable sorpresa que había supuesto el acto, al tiempo que agradeció las muestras de afecto y cariño recibidas por parte de numerosas peñas y colectivos relacionados con el mundo taurino de la provincia, que ayer se dieron cita en Carcabuey.

Tras la capea celebrada en la coqueta placita con la que cuentan las instalaciones de El Bujío del Toro, los asistentes, que superaron el centenar, dieron cuenta de un suculento almuerzo.

En los postres se procedió a la entrega de distintos recuerdos por parte del personal de la empresa Transportes Sanitarios Sur de Córdoba, cuyos profesionales tantas y tantas tardes han compartido con el homenajeado, así como de los directivos de las peñas Solano González de Montilla, El Castoreño y Sergio Sanz, en este caso nombrando socio de honor de la misma a Eliseo Morán, al que también obsequiaron con un bisturí de plata con la punta de oro.

Una intensa jornada en la que, junto a su destacada trayectoria profesional, ayer en Carcabuey también se reconoció la inmensa faceta humana de este salmantino de nacimiento que, como confesó, desde el primer día que llegó a Córdoba se enamoró de ella.