Con el concierto celebrado anoche en la Mezquita-Catedral por la Orquesta de Cámara de Viena, el violinista Mario Hossen y la pianista María Dolores Gaitán, llegó a su punto álgido la edición 2021 del Festival Internacional de Piano Guadalquivir, un evento que celebra su duodécima edición ininterrumpida y que, por méritos propios, se inscribe como cita de referencia del calendario musical cordobés. Entre el bosque de columnas y la selva de arcos de herradura, sonaron músicas de Bach, Respigui, Grieg o Paganini, primer bloque del concierto inspirado en formas musicales de origen italiano, seguido de los acentos españoles de la Rapsodia Sinfónica para piano y orquesta de Joaquín Turina. La elevada expectación despertada se demostró en el lleno absoluto que presentaba el recinto, incluida una selecta representación de las instituciones de la ciudad y de los patrocinadores del festival.

Espectacular imagen del concierto, entre los arcos de herradura de la Mezquita-Catedral. CHENCHO MARTÍNEZ

La calidad de la Orquesta de Cámara de Viena, formación nacida en los albores de la posguerra europea, se evidenció desde el inicio mismo de la Chacona de Bach, adaptación del movimiento final de la Partita para Violín solo BWV 1004, acompañando a Mario Hossen, en labores de violín solo y director, que dio muestras de una apabullante seguridad técnica y control de su instrumento, variación a variación, en esa larga meditación del compositor alemán, una de las cimas de la música occidental. La Tercera Suite de Arias y Danzas Antiguas

Autoridades, antes del concierto. CHENCHO MARTÍNEZ

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del italiano Ottorino Respigui, desplegó su suave y sereno melodismo mediterráneo con una escritura moderna, aunque arcaizante, línea neoclásica por la que discurrió la bellísima Suite Holberg, del compositor noruego Edvard Grieg. Volvió Hossen al protagonismo solista con las variaciones compuestas por Niccolo Paganini sobre el aria I tanti Palpiti del Tancredi de Rossini, demostración de virtuosismo que transmutó el violín, a base de trinos, arpegios y escalas, en una de esas bella voci que identificamos con la inconfundible escritura vocal rossiniana. Por fin, con el concurso de María Dolores Gaitán al piano, los acordes llenos de misterio y embrujo de la música de Turina resonaron por las naves y bóvedas de la mezquita en una mágico maridaje entre música y arquitectura que los afortunados asistentes tardarán en olvidar. Gran éxito. Alcanzadas las doce ediciones, el Festival de Piano Guadalquivir, nacido del impulso de la pianista María Dolores Gaitán, se confirma como una cita ineludible del curso clásico en Córdoba. El festival ha sabido acercar la música clásica al gran público ofreciendo desde conciertos serios y rigurosos a experiencias que exploran la fusión de la música clásica y el piano con otras músicas o disciplinas. En esta duodécima edición, de esta cita cultural, con un título tan flamenco como Entre dos aguas, el festival amplía su ámbito de influencia hermanando providencialmente Córdoba con Jaén a través de la cultura.