Los adoradores del flamenco pop rock y los sombreros al estilo El Padrino pudieron redimirse la noche de este viernes de tantos meses de espera. En el marco del Cabaret Festival, la plaza de toros acogió por fin el espectáculo que José Luis Selu Figuereo no pudo llevar a sus seguidores el año pasado debido al estallido de la pandemia. La vida es irónica. Las mariposas que dan título al último disco del artista, si fueron encarceladas, anoche batieron las alas con fuerza y llenaron de colores vibrantes el ruedo y las gradas bajo el cielo de Córdoba.

Como era de esperar por los barrieros, nuevos temas ocuparon gran parte del espectáculo. Mi manantial, Mi amante luna, Amor propio y El danzar de las mariposas emocionaron, pero la clásica Torpe canción despertó la euforia. Es un denominador común de todos los artistas que retoman el contacto con los suyos. Más que la presentación de un nuevo trabajo, un sencillo, el as musical que escondían bajo la manga, se trata de celebrar la música bajo focos de esperanza, coros y palmas de libertad.

El Barrio recuerda, como pocas propuestas de flamenco fusión, a tardes eternas de verbenas, reuniones con amigos, conciertos que terminan en after y tardes calurosas con helados frente a programas de videoclips de los dos mil.

Si un artista logra definir su propio sello, ya ha ganado, aunque no le lluevan los galardones. Este es el caso de José Luis Figuereo Franco, de sus icónicos looks, sus pendientes y tatuajes. No todo es fachada. El oriundo del lado humilde de El Puerto de Santa María enorgulleció de nuevo a los suyos, les demostró que sigue en lo alto sacando partido a los cientos de conciertos que acumula, sus tablas recogidas entre Madrid y Andalucía.

Con rasgueos eternos, palmeos y una esencia del sur que lo termina envolviendo todo, por mucho que recurra al rock, Selu y su banda lograron un ambiente acogedor, festivo, de efecto digno de estadio y en el que todos disfrutaron de la música. Es la dificultad de aunar lo íntimo y lo masivo, lo popular y lo misterioso, lo caprichoso del flamenco con lo permisivo del pop, que José Luis Figuereo sorteó anoche con una facilidad embriagante.

Otro momento del concierto de El Barrio en la plaza de toros de Córdoba. CHENCHO MARTÍNEZ