La 49 edición de la Vendimia Flamenca de Doña Mencía, celebrada el pasado fin de semana, ha sido un rotundo éxito de participación por el nivel de los participantes y de público, alcanzando el aforo completo del Paseo Iglesia Vieja de la localidad subbética.

Cuatrocientos espectadores asistieron al festival flamenco menciano, organizado por el Ayuntamiento, que apuesta así por el formato de festival de dos días y que, un año más es referente por sus ininterrumpidas celebraciones, con la premisa de celebrar en la próxima edición su medio centenario. Este evento, que se ha rejuvenecido y que es un punto de encuentro para muchos aficionados, ha contado este año con un público muy joven con ganas de aprender y saborear el buen flamenco. La terna de artistas así lo presagiaba.

Abrió el fin de semana flamenco menciano el genio de Juan Pinilla, artista consumado y que sienta cátedra del flamenco cuando actúa. Con una intervención muy didáctica dio a conocer muchos aspectos del flamenco, haciéndolo muy cercano a todo el público, todo ello con la magia en la guitarra del granadino Pablo Fernández. También tuvo lugar en la mañana del sábado la presentación del libro Cante místico flamenco, que corrió a cargo de David Pérez Merinero, Antonio Gómez y Luís E. Parés y estuvo amenizada por Manuel Párraga y la guitarra de Enrique Ordóñez.

Ya en la celebración de la Vendimia y con la vista en la conmemoración del 50 aniversario, los cantes de Lela Soto, acompañada por Patrocinio Hijo,  abrieron una velada flamenca llena de sentimiento y arte acuñado en Jerez. La noche continuó con toda la fuerza y sentimiento flamenco con el arte de Manuel Cástulo (Mairena del Alcor), que desgranó varios estilos flamencos, impresionando en su entrada sin guitarra y con varias entregas a capella que fueron del deleite del público hasta que entraron en acción las caricias sonoras de Rafael Trenas en sus acordes para acunar el cante, siendo un perfecto acompañante.

El segundo acto de la velada lo abrió el cuadro flamenco del cordobés Rafael Keko, que hizo música con los pies sobre el tablado menciano. Pedro El Granaíno cerró el evento levantando al público con su interpretación. La vendimia flamenca de Doña Mencía se ha rejuvenecido en las últimas ediciones, en las que la gente más joven de la localidad se está volcando.