Con la misma ilusión con la que con doce años empezó a bailar con Enrique 'El Canastero', Angustillas 'La mona', Mariquilla y Mario Maya, la bailaora y coreógrafa Eva Yerbabuena estrena 'Al igual que tú', un espectáculo con el que se siente libre y con el que recuerda la infancia.

"El flamenco es mi lenguaje, una terapia que se sirva para contar y compartir, una sentimiento maravilloso", dice este jueves en una entrevista con Efe Eva Yerbabuena, quien añade que el flamenco es "trabajo, una forma de crecer, de evoluciona, es mi vida, es mi historia".

Tras estrenar 'Al igual que tú' el pasado mes de mayor en el Festival de Jerez, Yerbabuena llega feliz al Conde Duque de Madrid. "La felicidad es efímera, son pequeños momentos que parecen de vez en cuando, pero la libertad es más efímera que la felicidad". Su felicidad existe sobre el escenario. "En la tablas soy libre, siento lo que quiero, comparto lo que quiero, es un mundo imaginario, me sentido muy especial".

Visionaria y magistral, Eva María Garrido García, Eva Yerbabuena (Frankfurt, 1979) y criada en Ogíjares (Granada), empezó a bailar porque su tía Encarnita decía "esta niña tiene arte". Nunca decidió ser flamenca, ser artista, estaba lejos de su imaginación, fue una decisión de sus mayores para cumplir el deseo de su tía que murió con 27 años, "ella me tuvo en brazos desde los 17 días".

Bailaora de raza, su trabajo bebe de las enseñanzas de maestros como Enrique 'El Canastero', Angustillas 'La Mona', Mariquilla, Mario Maya y Juan García, que le enseñó coreografía y movimiento, "pero siempre he querido investigar". Con mucho empeño investiga el flamenco. "El mayor limite es el miedo", añade la bailaora que con apenas 28 años, fundó su propia compañía.

Desde entonces ha coreografiado una docena espectáculos y recibido el reconocimiento del público a nivel nacional e internacional así como galardones de toda índole entre los que destacan Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2017.

Esta noche, estrena en Madrid 'Al igual que tú', su décima séptima creación que estará hasta el 17 de julio, en el Centro Cultural Conde Duque, en el marco del Festival Veranos de la Villa. "No es autobiográfico, he querido plasmar la importancia a las pequeñas cosas, de la infancia, del espacio donde crecemos". En él, el flamenco está "entre algodones", porque no solo hay flamenco, también hay danza contemporánea, teatro, opera y música mexicana o brasileña.

En esta propuesta cuenta con Fernando Suels, Christian Lozano, la actriz Maica Barroso y siete músicos en directo, entre los que se encuentra su sobrina Ella Garry.

A la hora de bailar, reconoce que se mueve como le pide el cuerpo sin pensar si es flamenco o no. "La música me trasmite y yo trasmito; el público me trasmite y yo trasmito, es una canalización de sentimientos y energía". Jamás ha sentido miedo a moverse con otras músicas que no fuera flamenco, al contrario le ayudan a crecer, "me provocan otros sentimientos y movimientos, los limites son peligrosos"

Dice que le inspira cualquier cosa, desde un pensamiento a un libro, pero no pierde de vista a las cosas pequeñas. "Observo lo que pasa a mi alrededor, lo cotidiano es un libro muy especial que esta al alcance de todos". A punto de cumplir 51 años, Yerbabuena da importancia a la quietud, "contar mucho con poco, el minimalismo en el movimiento" y sueña con un nuevo proyecto: "La psicología de las personas a través de movimiento, me vuelve loca".

En su calidad de presidenta de la Asociación de Artistas Profesionales del Flamenco, Unión Flamenca, que se constituyó el 16 de abril de 2020, lucha por "dignificar el flamenco como trabajo, al fin y al cabo, dignificarlo de otra manera depende de cada artista".

Considera que las instituciones tendría que hace un estudio en el que se viera reflejado el porcentaje que este gremio aportar a la economía del país. "El flamenco tiene un tejido empresarial brutal y no somos conscientes". "Mucha gente viene a España a ver flamenco, nuestro arte autóctono, imitado en el mundo entero. Se tienen que programar flamenco en los teatro", añade Yerbabuena.

Le apena que el flamenco, a pesar de ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sea "el hermano pobre de la cultura". El flamenco es inmaterial, "pero sus artistas no lo somos", dice la bailaora quien no pasa por alto la penosa situación que atraviesa desde el inicio de la pandemia. Fíjate, dice, "me quedo con una frase de Enrique Morente: 'Por qué no hacemos que la humanidad sea patrimonio del flamenco'".