El Gran Teatro será escenario mañana jueves (20.00 horas) de la proyección de los dos primeros capítulos de Danzadas. Folclor y divertimento, una serie documental en la que a lo largo de seis capítulos de cuarenta y cinco minutos de duración cada uno se muestran las veinticinco danzas autóctonas de la provincia de Córdoba y la historia de cada una de ellas. La idea original, el guion y la dirección son de Fernando Solano, para quien el objetivo general de este trabajo es la conservación del patrimonio cultural, además de tener como finalidad transversal la renovación de las tradiciones.

Bajo el título Cuando Córdoba baila se engloban los capítulos 1 y 2 de la serie, que pueden verse como una película de 90 minutos y que incluyen las siguientes danzas: el vito, solerares, peteneras, alegrías, soleá y las cordobesas. En los siguientes cuatro episodios le llegará el turno al zángano-fandango de Puente Genil, las jotas de Villanueva de Córdoba, de Bélmez y de Peñarroya, el patatú o bachimachia de Obejo, las mudanzas de Cabra, la chacarrá de Rute, los locos de Fuente Palmera, la jota serrana de Pozoblanco… hasta completar las veinticinco danzas que reúne esta obra enciclopédica. En la presentación del proyecto, Solano defiende que el folclore "engloba la forma de ser y de comportarse de un pueblo; si no hacemos nuestra esta realidad, por muchas clases teóricas que recibamos, no entenderemos realmente nuestra verdadera historia."

La obra tiene un formato cinematográfico, en el que se irán insertando además de las propias danzas, escenas dramáticas ambientadas en diferentes épocas que servirán de presentación de cada uno de los bailes, así como reflexiones y entrevistas que irán ofreciendo información difícil o casi imposible de encontrar en libros o bases de datos. Además de las personas entrevistadas, participan en la serie actores y actrices que dan vida a personajes como Julio Romero de Torres, Francisco de Goya, Pío Baroja, Maruja Cazalla, Silverio Franconetti o Dora `La Cordobesita´.

Según explica Solano, para la grabación de cada coreografía se eligen los lugares emblemáticos en los que propiamente tienen lugar estas danzas, "pudiendo mostrar a su vez las calles y plazas, haciendo referencia a las fechas en las que se celebran las fiestas populares del lugar y la historia que las acompaña", explica. La música se interpreta en directo con los instrumentos propios de cada danza, sin añadir ni quitar elementos para que se sepa realmente cómo se han desarrollado durante siglos. Para ello se cuenta con el asesoramiento y la participación de las distintas agrupaciones folclóricas de la provincia, de las que se grabarán sus actuaciones.