Mercedes de Córdoba volverá a pisar hoy el escenario del Teatro Real después de mucho tiempo. A los 17 años, la bailaora flamenca cordobesa se subió a las tablas principales del este espacio, por primera y última vez, con la Compañía Andaluza de Danza. «Era apenas una niña», recuerda la artista, que confiesa que «va a ser muy emotivo para mí respirar la energía de ese coliseo, y estoy segura de que me vendrán muchas imágenes de mis comienzos». Para la ocasión, la bailaora propone Sin más, un espectáculo «a la carta» que es una suerte de viaje por todos los estados, momentos y sensaciones vividas a lo largo de su carrera. «Es un programa muy especial que incluye coreografías, imágenes y números musicales que me han acompañado hasta el día de hoy», dice la artista, que asegura que «es un espectáculo en continua transformación» y, según los recintos o las necesidades del evento, va variando, ampliando y enriqueciendo con coreografías, incluso, de montajes venideros. Este espectáculo, que comenzó como un pequeño recital, se ha convertido en un montaje al que la capacidad creativa de Mercedes de Córdoba enriquece desde hace tiempo y al que la artista compara con un baúl «donde se puede coger de cada una de las obras que he hecho, además de otros números».

-Es la tercera artista flamenca cordobesa que se sube este año al escenario del Teatro Real. Parece que este arte goza de muy buena salud en Córdoba.

-Eso parece, y me encanta que a esta sala se suban artistas de mi tierra, compañeros a los que quiero y respeto. Es maravilloso que Córdoba suene por todo el mundo. Desde que me dedico a esto, siempre ha sido muy conocida, sobre todo en el baile flamenco, y creo que se debe al trabajo individual de cada uno y a la formación.

-¿Qué supone para usted este escenario? ¿Siente una especial responsabilidad?

-Estoy tranquila, aunque este parón nos ha alejado de la normalidad, del hábito, lo que hace muy especial la actuación. Tengo muchas ganas de pisar ese teatro, aunque no sea en la sala grande, en la que cuando se inauguró yo actué con la Compañía Andaluza Nacional de Danza, bajo la dirección de José Antonio, en 1997. Yo tenía 17 años y no entro en ese templo desde entonces, así que creo que me van a venir muchos recuerdos y emociones. Pero lo cierto es que ponerme los zapatos y expresarme con el baile siempre es especial en cualquier lugar.

-Llega con el espectáculo ‘Sin más’. ¿En qué consiste?

-Se trata de un recital de cante, baile y guitarra sin más, sin ningún argumento, y es un poco especial porque este montaje es como la carta de un restaurante. Sobre el espectáculo en sí se van añadiendo palos y, según el programador o el espacio, vamos conformando el recital, que quiero que me acompañe a lo largo de toda mi carrera e ir añadiéndole repertorio. Va a estar en constante evolución. Además, voy a estar muy bien acompañada por mi batallón, como yo les llamo. A la guitarra estará Juan Campallo, al cante Enrique El Extremeño y Jesús Corbacho y a la percusión Paco Vera.

-Sus montajes incluyen a cantaores y guitarristas de gran trayectoria. ¿Qué importancia le da al equipo?

-Siempre he dicho que para sacar lo mejor de ti te tienes que rodear de lo mejor. Y creo que el trabajo de los que están atrás no está suficientemente reconocido. Son artistas muy completos porque no solo cantan o tocan para atrás, que es muy difícil, sino que también hacen sus solos durante el espectáculo. Merecen toda mi admiración porque es un trabajo brutal y para mí son imprescindibles.

-¿Baila de manera distinta dependiendo de quién le cante o le toque?

-Absolutamente. El baile parte de la sensación, de un estímulo. Moverte por moverte no es bailar. Cada voz, cada forma de cantar, te transporta y te lleva a un lugar diferente. Corbacho y El Extremeño son completamente distintos. El primero es la sensibilidad, la dulzura, me encanta como canta, pero me gusta más como cuenta las cosas. Siempre digo que Corbacho me envenena y El Extremeño hace que saque la furia. Son el tándem perfecto, junto con Juan, que, además de ser compañero artístico, también lo es de vida, por lo que me aporta muchas sensaciones.

-Tiene una larga trayectoria, pero ha llevado su carrera sin prisas. ¿Le gusta disfrutar y saborear este arte a su propio ritmo?

-Sí. Yo creo que depende de las necesidades de cada uno y yo he llevado mi carrera sin prisa, pero sin pausa. El baile es una forma de expresión y lo he ido llevando conforme he tenido la necesidad de expresarme o no. Bailo cuando lo necesito, cuando lo siento y no porque me lo impongan. Me he permitido ese lujo aceptando las consecuencias de no avanzar tan rápidamente. Ese nunca ha sido mi propósito.

-¿Qué supuso para usted ganar el Nacional del concurso de Córdoba?

-De repente, de un día para otro, me di a conocer, todo el mundo sabía mi nombre, pero no me presenté al concurso por ese motivo, mi pretensión era preparar los cuatro bailes que exige el nuevo formato del certamen y mostrarlo en mi tierra. A partir de ese éxito, formé la compañía y fue un paso importante para consolidar mi carrera. Aunque creo que ningún premio califica el trabajo de nadie, hay que seguir mostrando tu verdad en los escenarios trabajando duro. Fue un impulso para seguir.

-¿Hay mucha competencia en el baile flamenco?

-No me gusta la palabra competencia, más bien un pique sano. Creo que el baile flamenco está viviendo ahora un buen momento con un fuerte empuje de la mujer, hay mucha gente, pero compartimos y debería haber sitio para todos porque hay calidad y verdad.

-¿Cómo ha vivido este año de parón debido a la pandemia?

-Aunque no nos hayamos subido mucho al escenario, no hemos parado. Hemos estado trabajando en un nuevo proyecto, que es bastante ambicioso, con el que se han hecho audiciones para elegir un cuerpo de baile.

-¿Van llegando actuaciones?

-Sí, parece que empezamos a ver la luz después del túnel y estamos contentos porque después de la actuación en el Teatro Real nos vamos a Granada a celebrar el aniversario de Lorca, donde Eva Yerbabuena recibe un premio. Hay también muchos cursos que impartiremos en Alburqueque, donde estaremos una semana y clausuraremos el festival. También hay otras fechas, y espero estrenar pronto en Córdoba el nuevo espectáculo.