El Museo de Arte Contemporáneo de Madrid acoge desde ayer y hasta dentro de un año ( 20 de mayo de 2022) la exposición Rafael Botí en Madrid, «una muestra que se compone de un total de 15 obras, 8 de las cuales fueron recientemente donadas por Rafael Botí hijo a la Diputación de Córdoba». Así lo expresó durante el acto de inauguración la presidenta de la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, Salud Navajas, quien especificó, además, que «la representación de obras que veremos en Madrid se centra en una serie de paisajes que reflejan la capital, a la que Botí llegó por primera vez en 1917».

Navajas abundó en que «se trata de trabajos realizados en diferentes épocas, la mayoría de ellos muestran la predilección del artista por paisajes de extrarradio, por los pequeños espacios urbanos o por escenas tranquilas dentro de la ciudad». «La exposición se completa con una serie de paisajes de otro de los lugares favoritos del pintor, el País Vasco, donde acude desde 1925 en repetidas ocasiones junto a su amigo y maestro Daniel Vázquez Díaz a plasmar el pasaje vasco, sobre todo los alrededores de Fuenterrabía y Deusto», señaló Navajas.

La también delegada de Cultura de la Diputación de Córdoba explicó que «estas obras reflejan los momentos de máxima influencia del maestro en el alumno, una influencia que se traduce en la ordenación de los elementos en el plano, la contundencia en los volúmenes y una luz plateada muy apropiada para esos paisajes». Según Navajas, «muchas de las obras que ahora podrán verse pertenecen a la colección del Museo de Arte Contemporáneo, gracias a la donación realizada por el hijo del artista».

«De Rafael Botí se puede decir que su estilo se caracterizó a lo largo de su vida por una coherencia irreductible, una sencillez seductora y una pureza inquebrantable, así sus primeras obras, deudoras de cierto impresionismo, fueron ganando en estructuración, definición de volúmenes e importancia del dibujo, todo ello gracias a la influencia del postcubismo de Vázquez Díaz», indicó Navajas.

La presidenta de Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí añadió, además, que «después de la Guerra civil, sus trabajos adquieren una mayor profundidad lírica y cierto aire nostálgico».

Rafael Botí (Córdoba, 1900 – Madrid, 1995) fue músico de profesión y pintor de vocación. Perteneció a una generación de artistas que buscaban una renovación en las anquilosadas artes plásticas españolas sin llegar nunca a una ruptura total, tal y como proponían las vanguardias. Formado primero en la Escuela Oficial de Artes y Oficios de Córdoba, donde recibió clases de Julio Romero de Torres y posteriormente, ya en Madrid, en la escuela del pintor Daniel Vázquez Díaz, sería la figura de este último fundamental en su desarrollo como pintor.

Su talante inquieto, siempre atento a las novedades en el terreno de las artes, se traduce en la elección de Vázquez Díaz como maestro, así como en su participación en iniciativas que pretendían impulsar un cambio en la conservadora atmósfera de las artes plásticas.