Dos producciones cinematográficas, actualmente en exhibición, toman como escenario las calles de París. Así mismo, las dos actrices protagonistas son lo mejor de cada una de ellas. Mamá María (dirigida y coescrita por Jean Paul Salomé) es una comedia dramática con fondo policíaco protagonizada por la gran Isabelle Huppert, en un papel bastante alejado del registro habitual que nos tiene acostumbrados: una traductora contratada por la policía para poder entender las conversaciones telefónicas de narcotraficantes que tienen pinchados sus móviles.

Justo cuando escucha la voz del hijo de la cuidadora de su madre (ingresada en una residencia que no puede pagar al ser un trabajo precario el de su hija) comenzará un gran cambio en su vida, pasándose de un lado a otro de la ley. Se introducirá en el mundo de la venta de drogas a lo grande, con un par de clientes de lo más desastroso. Por otro lado, Bajo las estrellas de París (coescrita y dirigida por Claus Drexel) es un drama social con temáticas como la inmigración y la pobreza de los sin techo en su argumento. Está protagonizada por otra gran intérprete como es Catherine Frot en el papel de una clochard que duerme bajo los puentes del Sena y se encuentra con un niño inmigrante que ha perdido a su madre.

El filme, grabado en gran parte de su metraje por la noche, con deslumbrante fotografía, relata las peripecias de esta mujer -de la que no sabemos gran cosa, salvo un par de detalles relacionados con su antiguo trabajo y con la ausencia de un hijo- para poder reconciliarse con el mundo a través de la búsqueda de otra mujer, una africana que ha perdido a su niño (Mahamadou Yaffa). Sin techo ni ley (1985), de Agnès Varda, protagonizada por Sandrine Bonnaire; Los amantes del Pont Neuf (1991), de Leos Carax, con una Juliette Binoche en estado de gracia, incluso El chico (1921) de Chaplin, son títulos referenciales del género, aunque lejanos en cuanto a concepción y acabado a este último retrato del mundo del vagabundo.