El impacto que ocasionó la invasión islámica en la nobleza y la élite política cordobesas fue el tema de la conferencia inaugural del segundo Congreso internacional sobre la historia de los mozárabes, que comenzó ayer en la Mezquita-Catedral, organizado por el Cabildo, la Diócesis de Córdoba y el Foro Osio, y que en esta ocasión se centra en el pasado, presente y futuro de las comunidades cristianas bajo el dominio islámico. El catedrático de Historia Antigua del departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares Luis A. García Moreno, encargado de la ponencia magistral inaugural del congreso, constató durante su intervención que el Islam acabó con «la nobleza cordobesa, con una Córdoba de pensamiento plural y con la tradición y herencia de la Córdoba romana y goda», poniendo en tela de juicio «ese paisaje idílico de la Córdoba califal, de las tres culturas y de la tolerancia».

«El papel de Córdoba en el siglo VIII, antes y después de la conquista musulmana, fue muy importante porque se convierte en la sede del nuevo poder político que controla gran parte de lo que había sido el reino godo de Toledo», señaló el profesor, que aseguró que se elige a esta ciudad porque desde mediados del siglo VI, y bajo el liderazgo de una oligarquía política constituida por antiguos linajes que venían de la vieja colonia romana y por nobles godos, se había creado «una especie de pequeño estado independiente del reino godo». Aunque Córdoba fue finalmente conquistada, esta oligarquía cordobesa siguió manteniendo una posición dominante, afirmando que «los grupos familiares que dominaron el trono en la cuarta década del siglo VI tenían raíces cordobeses». «Cuando se produjo la conquista musulmana, Córdoba se veía como un centro que había que controlar y dominar y desde donde podía ejercerse el poder».

Pero, a juicio del experto, esta oligarquía romana y goda «sufrió mucho». «Muchos fueron asesinados y confiscados sus bienes, y otros intentaron pactar con el invasor mediante matrimonios con nobles árabes, pero no fueron útiles porque la estructura de la familia árabe era muy distinta», continuó García Moreno. Todo esto supuso que esa antigua oligarquía cordobesa de tradición romana y goda entrara en una «gravísima crisis», lo que afectó, por ejemplo, a San Eulogio, convertido en mártir. Así, «esa vieja curia municipal romana que había ocupado un papel protagonista durante los siglos VI y VII fue eliminada», concluyó el experto.

A esta ponencia le siguió la presentación del libro Arqueología de las primeras iglesias del Mediterráneo, de Alejandra Chavarría Arnau, así como la de El santoral hispánico del Martirologio de Usuardo. Estudio de las noticias y de sus fuentes, de Rafael Jiménez Pedrajas, para acabar con el concierto More hispano. Melodías litúrgicas, a cargo del Coro Capella Alia.

La inauguración del congreso, que continuará hasta el domingo, ha corrido a cargo del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández; Manuel Pérez Moya, deán del Cabildo Catedral de Córdoba, y de Gloria Lora, directora académica del congreso. Tanto el obispo como Pérez Moya destacaron que la intención de esta cita es «fomentar la cultura» y dar luz al mundo mozárabe, «una etapa brillante en muchos aspectos y que está oculta». «Aquellos cristianos eran perseguidos, lo que sigue sucediendo actualmente», por lo que «hay que fomentar el diálogo», señaló Pérez Moya, mientras Demetrio Fernández destacó que «en situaciones muy adversas mantuvieron su fe».

También asistieron a esta presentación el viceconsejero de Cultura, Alejandro Romero, que señaló que este congreso «hará grandes aportes científicos e históricos de este periodo, uno de los más apasionantes».

La mayoría de los ponentes son profesores universitarios y la Universidad de Córdoba estuvo ayer representada por el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Enrique Quesada, que subrayó que «es muy importante que el personal docente de la UCO sea una parte importante de este congreso científico».

Por último, Lora aseguró que lo que se pretende con este encuentro no es solo una puesta al día de las últimas investigaciones sobre el mundo de los mozárabes, sino que también se persigue «derribar tópicos sobre ellos, ya que son gentes de una excelente cultura, que se rebelan contra su situación y cuestionan el poder».