La diversidad y calidad del flamenco cordobés se desplegará en el Teatro Real de Madrid a través de los montajes de cuatro artistas de la tierra, que forman parte del ciclo de ocho espectáculos que este espacio dedicará al arte jondo entre marzo y julio. Los bailaores Ángel Muñoz, Yolanda Osuna y Mercedes de Córdoba y el flautista y saxofonista flamenco Sergio de Lope serán la amplia representación de Córdoba sobre unas tablas que todos ellos califican de «emblemáticas» y donde tendrán el «privilegio» de presentar sus propuestas en compañía de grandes elencos de artistas flamencos.  

Yolanda Osuna será la primera en saltar al escenario el próximo día 25 con el espectáculo Irradia. Con este montaje, «que es la pura energía viva del flamenco», la bailaora quiere «sacar lo más importante de mi verdad, quién soy en la luz y en la oscuridad». «El flamenco, como la vida, son etapas que pasan, pero perduran. Vas madurando y vas quitando capas, que, a veces, son las que te hacen el camino más largo, pero necesarias para seguir evolucionando e ir consiguiendo superarte con esfuerzo y valentía», continúa la artista, a la que actuar en este espacio es «como estar en familia». «Tengo la suerte de haber actuado varias veces bajo producciones de Solana, tanto en la sala Flamenco Real como en el Teatro», continúa la artista, que recuerda que «una de las cosas que he vivido allí y me impactó muchísimo fue conocer a la Reina Sofía».

«Es un lugar con una grandeza histórica admirable. Hace grande al más pequeño. Y todo gracias al gran equipo de trabajo que compone el Teatro Real, que posee una calidad humana excepcional», continúa Osuna, que, ante la amplia participación cordobesa en este ciclo explica que, respecto al baile flamenco, Córdoba es «innovadora, creativa y luchadora, tiene muy buenos artistas, muy trabajadores y constantes y, aunque muchos de ellos estén fuera de su ciudad natal, llevan su tierra por bandera».

Ángel Muñoz

Yolanda Osuna.

Por su parte, Mercedes de Córdoba volverá a actuar en el Real el 3 de junio después de mucho tiempo. A los 17 años se subió a las tablas principales del teatro, por primera y última vez, con la Compañía Andaluza de Danza. «Era apenas una niña», recuerda la bailaora, que confiesa que «va a ser muy emotivo para mí respirar la energía de ese coliseo, y estoy segura de que me vendrán muchas imágenes de mis comienzos». Para la ocasión, la bailaora propone Sin más, un espectáculo «a la carta» que es una suerte de viaje por todos los estados, momentos y sensaciones vividas a lo largo de su carrera. «Es un programa muy especial que incluye coreografías, imágenes y números musicales que me han acompañado hasta el día de hoy», dice la artista, que asegura que «es un espectáculo en continua transformación» y, según los recintos o las necesidades del evento, va variando, ampliando y enriqueciendo con coreografías, incluso, de montajes venideros. Este espectáculo, que comenzó como un pequeño recital, se ha convertido en un montaje al que la capacidad creativa de Mercedes de Córdoba enriquece desde hace tiempo y al que la artista compara con un baúl «donde se puede coger de cada una de las obras que he hecho, además de otros números».

Igual que la bailaora, la evolución de su trayectoria también es el eje de Almibar, el espectáculo que Ángel Muñoz ofrecerá el 24 de junio, donde el artista cordobés plantea un recorrido por su baile en el que da paso a reinterpretaciones de un repertorio creado a lo largo de más de 25 años de carrera profesional en los escenarios de todo el mundo, y en el que también muestra con nuevas piezas la continua evolución de su baile. «La raíz siempre será la raíz, la interpretación es la que nos diferencia y hace que el flamenco sea tan grande», dice el bailaor, que tiene como referentes a Antonio el bailarín, Manolete, Vicente Escudero y Javier Latorre, entre otros. Respecto a su próxima actuación en el Real Flamenco, asegura que «es una gran satisfacción estar en un cartel con tan grandes compañeros y artistas y en tan prestigioso espacio creado por y para el flamenco».

Sergio de Lope

Por último, el 29 de julio el flautista y saxofonista flamenco Sergio de Lope también mostrará, con Ser de luz, la evolución de unas composiciones que creó en 2019 y que después de foguearse en una larga gira, cuando estuvieron en su punto, hace dos meses, se grabaron para la posteridad en un disco que saldrá el 7 de mayo. «He hecho el proceso a la inversa; en vez de grabar los temas, decidí hacer una gira antes para que, de alguna manera, el público estuviera presente en este proceso creativo», dice el músico, que explica que las canciones «han madurado y evolucionado», lo que le aporta «tranquilidad» porque esa participación de los espectadores «hace que la música esté viva, que es lo que lo diferencia de un disco de laboratorio». Junto a Matías López El Mati (cante), David Caro (guitarra), Juanfe Pérez (bajo) y Javier Rabadán (percusión), el músico ofrecerá un espectáculo con el que considera que da un paso hacia adelante. «Estas canciones reflejan el momento en el que me encuentro, porque este trabajo me ha enriquecido a nivel personal, además de artístico», dice, añadiendo que «para mí Ser de luz significa mi misión de vida, que es la de hacer música para elevar la autoestima de las personas». Ya ha actuado en Teatro Real, la primera vez en la sala principal, donde entró «echo un manojo de nervios», recuerda el saxofonista, que ya lo ve otra manera. «Gusta, motiva y reconforta compartir en ese espacio todo lo que llevas dentro», concluye el músico, que tiene otras importantes citas antes del verano.