Bajo el título Andaluzas tras la cámara. Fotógrafas en Andalucía 1844-1939, el investigador y redactor gráfico de Diario CÓRDOBA A.J. González rinde homenaje a una serie de mujeres que sin ninguna pretensión narraron con sus fotografías la historia de la comunidad Andaluza en imágenes. El libro, editado por el Centro Andaluz de la Fotografía, será presentado hoy en la sede de este centro en Almería. Con una introducción realizada por la periodista y académica Rosa Luque, el libro es fruto de más de tres años de investigación y recopila el nombre y las fotografías de un centenar de fotógrafas activas en la comunidad durante el primer siglo de vida del invento de Niepce y Daguerre.

Fotógrafas olvidadas por el paso del tiempo y por su condición de mujeres. No obstante, en la rígida sociedad española del siglo XIX y comienzos del XX, en la que la mujer solo era madre, esposa o hija, la fotografía acogió a la mujer en el ámbito laboral y creativo, otorgándole un papel inexistente para la mujer en ese tiempo. La fotografía proporcionó a estas mujeres una gran visibilidad social, algo que no se dio en prácticamente ninguna otra profesión liberal.

La primera fotógrafa activa en Andalucía fue la daguerrotipista suiza Madama Traschler Fritz, que en el año 1844 instala su galería de retratos en las ciudades de Córdoba y Cádiz. Otras fotógrafas destacadas son la malagueña Joaquina Mayor de Lorichon, primera fotógrafa andaluza que tuvo su galería de retratos en la ciudad de Málaga y que se anunciaba en la prensa de la época, tanto por su nombre como con la marca Viuda de Lorichon. Una fórmula muy común durante todo el siglo XIX. Esta pretendía mantener la marca fotográfica de los maridos como estrategia comercial, pero también mantenía oculto su papel profesional, empresarial y creativo.

Otra fotógrafa que resalta es la olotense afincada en Málaga Sabina Muchart, que en la década de 1890 se convierte en una de las pioneras del fotoperiodismo español al insertar sus fotografías en las primeras publicaciones gráficas del país. Por su parte, la granadina María Señán será una importante editora de postales fotográficas, tanto de imágenes de su padre, Rafael Señán, como propias, aunque estas siempre aparecían firmadas bajo el nombre de su progenitor. Por último, también destaca en el ámbito creativo a la egabrense Elvira Ruiz, que en 1930 gana el gran premio nacional de fotografía Kodak y que posteriormente se convertirá en una gran profesional y en maestra de fotógrafos.