Cada vez que acude a los escenarios de Córdoba es para ofrecer algo especial. Unas veces ópera, otras ha cantado lied alemán, con cuartetos de cámara o conciertos a piano. Pero esta vez, el singular tenor cordobés Pablo García- López se enfrenta a una actuación muy poco habitual porque se trata de un repertorio de canciones españolas muy desconocidas que él ha reunido en su disco Rutas, grabadas solo a piano y que hoy interpretará con la Orquesta de Córdoba en el Gran Teatro, a las 16.00 horas. Esta iniciativa forma parte del compromiso de este cantante lírico con la música, que le hace abandonar «constantemente su zona de confort».

-Tras el aplazamiento de noviembre, hoy se celebrará el concierto ‘La canción española’ que tanta ilusión le hace. ¿Qué tiene de especial para usted esta cita?

-Es especial porque son unas canciones únicas que no se interpretan casi nunca. Las últimas veces las ha cantado la soprano María Bayo y, excepto José Carreras, apenas hombres. Por otro lado, en este concierto se van a interpretar las canciones de mi disco Rutas, grabado solo a piano, con toda la orquesta, lo que las hará diferentes, más coloridas. También es muy especial hacer este concierto con la orquesta de mi ciudad, con la que ahora hace 15 años que empecé a cantar.

-¿Cuáles son esas canciones? ¿Por qué las recupera en ‘Rutas’?

-Algunas de ellas están inspiradas en versos de Lope de Vega, Garcilaso de la Vega, Lorca, Rafael Alberti o Antonio Machado. Son muy evocadoras, como las del primer ciclo, con textos de Alberti y Oscar Esplá, que parece que estas frente al mar. La de Toldrá es muy romántica, de pasión contenida, todo lo contrario que de la Turina, que es muy pasional.

-Canción española suena a canción andaluza. ¿Cómo diferenciamos una de otra?

-Por un lado, está la canción española, que ha llegado más, como los temas de Concha Piquer y otros muchos grandes artistas. Por otro, están las canciones de concierto, que son a las que me he referido antes. Pero yo no menosprecio en absoluto las primeras, porque, al final, todas vienen de lo mismo, que es una canción popular que se quiere acercar al público. En España, tenemos mucho complejo con nuestras obras, que encerramos en un baúl.

-En este concierto también canta una canción en catalán. ¿En qué idioma se mueve mejor?

-Me gusta mucho el alemán. Me llega mucho, cada palabra es una imagen, pero el catalán es muy musical, se adapta muy bien a este tipo de canción.

-Ha cantado con muchas orquestas. ¿Cómo valora la formación cordobesa?

-La valoro muchísimo, yo he crecido con sus músicos, que han visto mi evolución personal y profesional. Creo que este concierto es más un reto para ellos. Todos están haciendo un gran esfuerzo para adaptarse a mi.

-¿Siente especial responsabilidad cuando canta en Córdoba?

-Sí. A veces, demasiada. Curiosamente, en esta ocasión no tanto. Últimamente no noto tanto esa presión. Lo que quiero es traer a Córdoba cosas diferentes que no se ven habitualmente. Estoy intentando que el ámbito musical de Córdoba sea más amplio, más rico.

-El mismo día del aplazamiento de este concierto se grabó una de las canciones previstas en el repertorio, ‘La Adelfa’, que compartió con la soprano Carmen Blanco. ¿Qué recuerda de aquel encuentro?

-Fue muy emocionante. Ahí me di cuenta de que en esta pandemia los más damnificados son los mayores. Y fue increíble cómo la música cambió la expresión de su cara y la devolvía a la vida, era como una mujer de 20 años. Me di cuenta de la importancia de lo que hacemos, la música para nosotros es la vacuna más grande que hay. Por otro lado, ella me enseñó la humanidad de esa canción, y desde que la canté con ella, para mí es otra cosa. Me va a costar no emocionarme cuando la cante hoy.

-La cultura vive tiempos duros. ¿Cómo lo está llevando el campo de la lírica?

-La lírica, gracias a teatros como el Real o el Liceo, está sonando porque estos espacios están sacando su programación. En Europa no se está haciendo, todo está parado. Y en Córdoba la Orquesta también está llevando a cabo sus conciertos. Eso es una bendición.

-¿Qué ha dejado en evidencia esta pandemia culturalmente hablando?

-Que los artistas no estamos nada protegidos. En la Seguridad Social estamos dentro de un epígrafe poco definido, y eso deja a mucha gente sin prestaciones. Hay muchos artistas y músicos que se van a quedar en la cuneta.

-¿En qué medida le ha afectado a usted?

-No me puedo quejar. Salvo algunas cancelaciones importantes, he podido trabajar en teatros importantes y actualmente estoy en un buen momento profesional. Lo que no que no significa que no me acuerde de mis compañeros, porque esto, al fin y al cabo, es una pirámide. De esto vivimos todos. Psicológicamente, sí me ha afectado. Ahora me tomo la música para disfrutarla.