La pandemia nos ha cambiado. Las calles han quedado despojadas de transeúntes pasadas las diez de la noche, la vida de bar se ha vuelto inexistente a partir de las seis de la tarde y las interacciones sociales han pasado a ser, en muchas ocasiones, virtuales. Un paupérrimo panorama que podría haber dado lugar a lagunas culturales, ya que los artistas se han encontrado con grandes dificultades para poder compartir con la sociedad sus creaciones. Los conciertos han sido cancelados en su inmensa mayoría y los que han conseguido mantenerse, han visto reducido su aforo a más de la mitad. Las salas de cine han sido clausuradas y en las galerías de los museos los lienzos suspiran por tiempos pasados donde eran admirados por miles de visitantes.

Sin embargo, en los tiempos de crisis, el arte, y en particular, la música, tiene efectos muy beneficiosos para los ciudadanos, ya que, según la neurociencia, es sinónimo de felicidad y placer para el ser humano. Además, la mente de los artistas se crece ante las adversidades, momentos en los aparecen algunas de las mejores creaciones que la historia puede recordar. Por ello, algunos jóvenes músicos cordobeses han encontrado en la pandemia un lugar donde continuar haciendo lo que les inspira: ayudar a las personas y hacerlas viajar a través de sus melodías.

Identidad oculta

Es el caso de Wayne, un grupo cordobés creado a finales de 2020, inmersos ya en la crisis del coronavirus. Tanto su estilo como su producción rompen con la música tradicional. La incertidumbre gira en torno al grupo y es el lema que llevan por bandera. Nadie sabe quién es Wayne, más allá de percibir que es una banda compuesta por dos miembros, tal y como dejan entrever en sus fotografías. Se desconoce la identidad de ambos y el anonimato es uno de sus puntos fuertes. "Quiénes somos es irrelevante, la música es lo que queremos enseñar y a lo que le damos prioridad", afirma uno de los miembros, quien señala, además, que el confinamiento total del año pasado les sirvió para comenzar este proyecto que tanto tiempo llevaban teniendo en mente. "Nuestras canciones expresan lo que nos rodea, y en un mundo que va tan rápido y donde recibimos demasiada información, quisimos hacer una reflexión social y política", asegura el anónimo componente. Su primer sencillo, La noche del destierro, publicado en enero de este año, corrobora sus palabras, donde el reproche hacia el poder de la opinión pública es el eje principal del tema.

Wayne, otra manera de ver la música. CÓRDOBA

No son solo sus letras, su estilo tampoco pasa desapercibido. Su primera canción, producida y grabada por Wayne y Juan Valera en Estudios El Doblao y mezclada y masterizada en Estudios Sputnik por Jordi Gil, es una mezcla perfecta entre rock alternativo, psicodelia, pop y electrónica que no deja indiferente a quien la escucha. "Nuestra forma de hacer música es un compendio de los referentes que nos influyen, como Radiohead, Pink Floyd o Standstill", concluye el músico.

De Niño Bravo a Stolen

Otros cordobeses que vienen pisando fuerte son los miembros del grupo Niño Bravo, una banda surgida en 2016, bajo la denominación de Santacruz, que decidió cambiar su nombre por Niño Bravo a partir del 2018. "El nombre vino porque durante la promoción de nuestro primer EP, nos dimos cuenta de que Santacruz ya estaba escogido, y a nuestro batería, Manuel Laguna, se le ocurrió y nos pareció curioso", asegura Rafa Hurtado, guitarrista del grupo. Asentados en el estilo indie-rock, la banda está compuesta por Miguel Ángel Santacruz (voz y guitarra), Manuel Laguna (batería), Rafa Hurtado (guitarra) y José Manuel Muñoz (bajo), además de ser productor del grupo.

"Nuestro objetivo siempre fue crear música con la que nosotros nos sintiésemos cómodos, que reflejase los gustos de los cuatro, pero nunca estuvimos centrados en tener éxito ni repercusión", indica Rafa Hurtado. El 5 de marzo estrenan su nuevo single, que llevará el nombre de Dos horas, un tema que volverá a estar producido por ellos mismos, en particular por José Manuel Muñoz. "José no es solo el productor de Niño Bravo, sino también de un proyecto independiente en el que estoy trabajando como solista, que hemos sacado bajo el nombre artístico de Rafa Stolen", confirma Rafa Hurtado, que cuenta que la psicodelia es la principal peculiaridad de sus temas en solitario, entre los que se encuentra Fantasmas, su última canción.

Un dúo con mucha fuerza

Al grupo cordobés Les Blondes tampoco le frena la pandemia. Con su primer single, El Muro, ya publicado, la banda indie está consiguiendo una gran repercusión en apenas un mes. Una canción llena de novedad, originalidad y personalidad, el sencillo ha sido incluido en importantes listas de reproducción de Spotify, como Indiecool o Mejores Novedades de Indie. "Tanto José Manuel como Charly ya habían estado antes en otros grupos de música, como SpassLeben, pero es la primera vez que se producen a sí mismos. José Manuel en particular se encarga de la producción", nos asegura Rebeca Cost, redactora del grupo. Muy concienciados con la importancia de la música pese a la pandemia, el próximo sábado, José Manuel (guitarra y voz) y Charly (batería), los miembros del dúo, han decidido dar un concierto en streaming para que todos sus seguidores puedan disfrutar de su música, tan importante en los tiempos que corren, pese a no poder tocar en directo.

Les Blondes actúan el sábado vía streaming. CHENCHO MARTÍNEZ