Al saber le llaman suerte, canta Sandra Rehder invocando la sensatez de los maestros del tango. Y en el naipe del vivir, / para ganar, primero perdí. Citas de la pieza que da título a su nuevo álbum, 'Suerte loca', compuesta en 1924 por Anselmo Aieta y Francisco García Jiménez, y que nos recuerda, reflexiona ella, que "hay un azar, pero lo que de verdad importa es tu conocimiento y tu experiencia; la calle que puedes tener para sortear la vida".

De trampas y subterfugios sabe ya bastante Sandra Rehder después del camino andado desde su primer álbum, que publicó en el 2001, poco antes de abandonar Mendoza y asentarse en Barcelona. Escogió esta ciudad por cuatro motivos: "Serrat, la República, que identificaba con Cataluña; el Mediterráneo y Gaudí". A punto para festejar sus 20 años en la capital catalana, entrega su octavo, con temas inmortales, tangos, sobre todo, también milongas y valses, de otra era en su mayoría, conservando el espíritu tradicional, pero con arreglos propios.

Vivir entre 'homeros'

Casi dos años atrás, de vuelta de una gira por Suiza, aprovechó para grabarlo con los músicos que la acompañaron, Rubén Martínez, Pablo Martorelli y Pablo Yamil. Al igual que con sus tres discos anteriores, armó un Verkami que estaba a punto de estrenarse cuando llegó la pandemia.

Pero nada detiene a Sandra Rehder, y 'Suerte loca' está aquí con su cancionero rico en "historias de amor desgarrador", incluyendo clásicos como 'Cuesta abajo', de Gardel y Le Pera, y' Afiches', de Atilio Stampone y Homero Expósito (letrista este muy de su gusto: su hijo se llama Homero en honor a él y a otro poeta de cabecera, Homero Manzi). Temas con historia, a los que se suma un estreno con texto suyo, Una décima sencilla?, en el que refleja el reto de escribir en esa modalidad poética.

La revelación más turbadora

Aflora en esta obra una Sandra Rehder algo distinta, ¿liberada de un peso antiguo? Soy otra, afirma. "Como si mi canto ya no saliera del dolor, como si hubiera madurado". La razón de fondo es el descubrimiento, hace cuatro años, de que quien figuraba que era su progenitor, en realidad no lo era, y la revelación de la historia de amor maravillosa que su madre había vivido con su padre auténtico. Fue esta quien dio con su antiguo amante en Facebook, y lo localizó en un geriátrico de Córdoba, Argentina. Hasta allí fue Sandra para conocerlo, y ambos han establecido un hondo vínculo. "Todos los días me escribo cartas de amor con mi padre, Juan".

Todo eso la ha sacudido y la ha "sanado": se da cuenta de que siempre había mantenido una angustia, ahora cortocircuitada, ya que "no es lo mismo ser hija del amor que no serlo". El arte sirve para una alquimia, medita, reflejada en su actual actitud vocal. Y hay piezas que ahora encajan. "Mi apellido debería ser Coletti", revela. "Mucha gente me dice: con razón, tienes sangre italiana!?".

La presentación de 'Suerte loca' tendrá que esperar, pero han brotado tres recitales de tango y literatura, a voz y guitarra (con Juan Ricaud), que ofrecerá este sábado y los dos siguientes en La Casa dels Contes, de Gràcia. Es otro de los formatos con los que trabaja Sandra Rehder, a los que hay que sumar la entente con Elbi Olalla y Olvido Lanza, el espectáculo con la contorsionista Alice Rende o la propuesta de poesía urbana con Olga Sasplugas y Manuel Martínez. Perseverante, tiene claras sus prioridades. "Hago lo que siento. No me interesa lo que venda", razona. "No vale la pena vivir una vida que no sea la tuya: hay que hacer lo que a uno le gusta."