El último concierto de Raphael, celebrado el sábado por la noche en el Wizink Center de Madrid, ha desatado una fuerte controversia al haber reunido a más de 5.000 personas, precisamente cuando la mayoría de comunidades autónomas españolas están endureciendo las restricciones de cara a la Navidad.

Desde que el pasado mes de marzo estas mismas gradas del Wizink Center de Madrid recibieran a 10.000 personas para disfrutar de Camela, ningún otro evento musical en España había recibido a tanto público. La organización ha alegado que el concierto se celebró con todas las medidas y precauciones sanitarias activadas. SIn embargo, las imágenes de las gradas han desatado una ola de críticas en las redes sociales.

"Qué felicidad más grande tenerles enfrente. Esta noche es muy importante para mí y sé que para muchos de ustedes también, que esto empiece a rodar", clamó el veterano cantante.

El evento celebraba los 60 años en la carrera de Raphael, un aniversario que hace solo unas semanas motivó el lanzamiento del disco 'Raphael 6.0', en el que versiona con dúos de altura canciones ajenas igualmente míticas, como 'Resistiré', 'Se nos rompió el amor' o el 'Me olvidé de vivir' que popularizó Julio Iglesias.

Raphael interpretó una treintena de temas en un recital que se prolongó durante 2 horas y 15 minutos.

"Qué bonita noche! Muchas gracias. Y que el año que viene nos volvamos a ver con todo arreglado, cuídense mucho!", pidió el artista, que este domingo volverá a una nueva y última cita en este espacio,