1. Agente 007 contra el Dr. No

Su carta de presentación en el universo Bond tiene lugar en un lujoso casino donde se juega al póker. Al principio veremos sus manos con las cartas. Cuando la actriz Eunice Gayson le pregunte su nombre, la cámara enfocará cómo coge un cigarrillo de la pitillera y subirá hacia su rostro mientras lo enciende: Bond, James Bond.

2. Marnie, la ladrona

Aunque el protagonismo absoluto lo ocupe Tippi Hedren, ambos mantienen una escena conyugal de alto voltaje en el camarote de un barco cuando discuten y él le quita el vestido con violencia. Lo que podría haber sido una escena misógina termina en un encuentro sexual en el que la ambigüedad de la mirada lo es todo.

3. James Bond contra Goldfinger

Puede que la película definitiva de la saga en su momento, desde los títulos de crédito con la canción de Shirley Bassey hasta el final. Contiene muchas escenas míticas. Nos quedamos con Connery maniatado a punto de ser fulminado por un rayo láser. ¿Espere que hable?, No, espero que muera, le contesta Goldfinger (Gert Fröbe). También memorable la presentación de Pussy Galore (Honor Blackman). Debo estar soñando, dice.

4. Zardoz

Connery también comenzó a arriesgar en películas que lo alejaran de su famoso personaje con licencia para matar y lo hizo de la mano de John Boorman y esta distopía que continúa atesorando imágenes icónicas como la del actor con su escueta indumentaria roja. Nos quedamos con la escena final, en la que en unos pocos segundos pasa la vida entera de su personaje y el de Charlotte Rampling, desde el parto de su hijo hasta convertirse en calaveras.

5. El hombre que pudo reinar

Un clásico del cine épico de aventuras basado en un relato de Kilpling en el que pudo verter todo su carisma y su ironía junto a Michael Caine a las órdenes de John Huston. Imposible quedarse con una sola secuencia en la que el actor está estupendo tanto lleno de barro como con corona de monarca o intentando entrenar a los rudos hombres de Kafiristán.

6. Robin y Marian

Considerada como una de las películas crepusculares más hermosas de todos los tiempos. Junto a Audrey Hepburn desprende melancolía y sensibilidad. Sus escenas juntos hablando sobre el pasado y recordando las heridas de sus respectivas vidas, sus errores, son tan delicadas como emocionantes. Pero ese final en la cama, declarándose su amor eterno es tan precioso como triste. Te amo más que al amor, que a la alegría, que a la vida entera. Te amo más que a Dios.

7. Los inmortales

En los años ochenta ya se había convertido en un hombre maduro, así que podía ejercer de maestro instructor y enseñarle toda su sabiduría guerrera al joven e inexperto interpretado por Christopher Lambert en medio de unos imponentes paisajes irlandeses.

8. El nombre de la Rosa

La adaptación de la novela de Umberto Eco volvió a devolverle el prestigio y algún que otro galardón. De nuevo, encarna una figura de sabia autoridad, un fraile franciscano que tiene a su cargo a un joven pupilo que se encargará de descifrar acertijos religiosos siempre a la escasa luz de las velas.

9. Los intocables de Eliot Ness

Gracias a esta película de Brian de Palma por fin consiguió el Oscar, aunque fuera al mejor actor de reparto. En ella se pone en la piel de un agente experimentado que asesorará a Ness (Kevin Costner) para luchar contra Capone. Su Jim Malone no deja indiferente, ya sea en sus charlas reflexivas o en sus momentos de furia.

10. Indiana Jones y la última cruzada

Steven Spielberg dio en la diana al convertirlo en padre de Indi. Su complicada relación paterno-filial se convertirá en una de las fuentes cómicas de este clásico de aventuras. Nos quedamos con el primer encuentro entre Connery y Harrison Ford, que irá a rescatarlo, y su posterior huida juntos con ese choque dialéctico que los convirtió en una entrañable pareja cómica.

11. La Roca

Con casi 70 años demostró que todavía podía hacer cine de acción. Nicolas Cage irá a reclutarlo a la cárcel y lo veremos con el pelo largo y canoso y demostrando quién es el jefe, dejando a su acompañante como un pardillo.

12. Descubriendo a Forrester

Gus Van Sant le regaló su gran último papel. Muchos afirmaron que después de tantas décadas haciendo papeles de macho alfa, por fin consiguió parece frágil y temeroso frente a la pantalla.