El siglo XX se aleja del horizonte cultural a marchas forzadas, pero quedan reflejos del viejo polvo de estrellas flotando en el aire. Destellos de vitalidad como los de Burt Bacharach, compositor de alta cuna, la refinada pluma (junto al letrista Hal David) de hitos universales como ‘I’ll never fall in love again’, ‘What the world needs now is love’, ‘Alfie’, ‘Say a little prayer’, ‘The look of love’... Y tantas otras. Activo y bien despierto se muestra, a los 92, en este mini-CD, ‘Blue umbrella’, de cinco canciones provistas de su elegante firma distintiva.

Aunque se haya acusado a veces a Bacharach de cursi y blandengue, asociándolo sin más al ‘easy listening’ de batalla, a lo largo de los años su obra ha sido piropeada por grandes autores del pop, incluyendo luminarias como Stephin Merritt (The Magnetic Fields), Neil Hannon (The Divine Comedy) o Elvis Costello, con quien compartió el frondoso álbum ‘Painted from memory’ (1998). Como en aquella ocasión, Bacharach ha elaborado esta obra mano a mano con otro compositor, Daniel Tashian. Es su primer trabajo con canciones nuevas desde ‘At this time’ (2005), si bien en el 2017 firmó la banda sonora de ‘A boy called Po’.

CRUCE DE CAMINOS

Tashian trabajó en la producción de ‘Golden hour’ (2018), de la cantante country-pop Kasey Musgraves, disco que llegó a los oídos de Bacharach y que le dio un premio Grammy en la gala del pasado enero. Por esas fechas ambos comenzaban a colaborar en una canción para la joven Melody Federer que se fue desviando y dando forma a un proyecto con luz propia. Ni el confinamiento pudo con esta rampante complicidad: la pareja se dedicó a componer por FaceTime. Hay que añadir que Tashian presenta una sintonía natural con el estilo pop sofisticado de Bacharach, y no hay más que oír su reciente producción de ‘Been around’, el brillante, largamente esperado (16 años), segundo disco de A Girl Called Eddy.

Y bien, ‘Blue umbrella’ transpira ‘bacharachismo’ desde sus primeros compases en la majestuosa ‘Bells of St. Augustine’, con sus distinguidos giros armónicos sobre el colchón confortable del piano. Disco que gira en torno a la soledad y que dialoga con el clima de ‘At this time’. Si allí, él mismo procedió a cantar con su registro apergaminado, aquí traslada la labor a la voz esbelta de Tashian.

‘Blue umbrella’ te introduce en un estado de encantamiento y nocturnidad, camino de las “wee small hours of the morning” a las que cantó Sinatra, a través del sedoso ‘groove’ de ‘Whistling in the dark’, de la tensa suavidad de la pieza titular, del medio tiempo expectante ‘Midnight watch’ y del fundido de ‘We go way back’, acaso soñando con Dionne Warwick. Cinco canciones, no más. El siglo XX se aleja, pero Burt Bucharach sigue aquí.